Ángel Guerrero Fernández recibe su último adiós en el tanatorio Ciudad de Antequera, sala 3, y el sepelio este jueves 17 de noviembre a las 16:30 h en San Sebastián.

El periodista y cronista Ángel Guerrero Fernández ha fallecido a los 76 años de edad, en la jornada de este miércoles 16 de noviembre. Una persona entregada a su tierra de la cual el Ayuntamiento le otorgó el reconocimiento de Hijo Predilecto. Así como la Real Academia de Nobles Artes le nombró miembro de honor.
El Ayuntamiento de la ciudad ha suspendidos los actos municipales organizados para esta jornada así como ha decretado para este jueves, día de luto oficial.

Ángel, nació en Antequera el 29 de Junio de 1.941, siendo el mayor de siete hermanos. Realizó sus estudios en el Colegio María Inmaculada, San Francisco Javier La Salle y en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Pedro Espinosa y Magisterio en la Escuela Normal de Málaga. Incorporandose al Servicio Militar en la Academia General Militar de Zaragoza. Tanto sus estudio como el servicio a la Patria, lo alternó con trabajos en la Subsidiaria de Campsa, Servicio Nacional del Trigo, Pikolin, Diego Fernández Carneros y Joaquín Jiménez Hidalgo.

En 1.959 comenzó su colaboración con el Sol de Antequera. En 1.964 se incorpora a Radio Antequera como colaborador y posteriormente como locutor. En 1.973 es nombrado Redactor Jefe del Sol de Antequera y en el 1.982, es nombrado Director del mismo incorporándose a la Caja de Ahorros de Antequera. Después de la fusión se incorpora al Gabinete de prensa y Relaciones institucionales de Unicaja. Ha sido corresponsal de Radio Nacional de España y corresponsal de Sur de Málaga y de la Agencia E.F.E.

Su vida cofrade se ha desenvuelto en los Estudiantes, Paz, Socorro, Cronista de la Agrupación de Cofradías y en la Cofradía de Santa Eufemia de la que ha sido Hermano Mayor siendo actualmente su Hermano Mayor Honorario. En el año 2007, realizó el primer pregón de la Navidad de Antequera y en el año 1990 pronunció el Pregón de Semana Santa de Antequera del cual recogemos uno de sus fragmentos dedicado a la ciudad:

«Que se entere todo el mundo. Ayúdenme los recios vientos del Torcal antequerano, a que lleguen las palabras allá tan lejos donde mi Radio lo permita. Pregónenlo en sus vuelos los pajarillos. Lleve su aroma prendida. incienso y cera; clavel y nardo; lirios y azucenas; y hasta… espárrago; la de las mil flores que estos días, estallan, hermoseando nuestra Vega… entre el Torcal y la Peña.

Lleve el sol reflejo de sus colores, cuando, en saliendo por la de los Enamorados Peña, choque en la primera de tus cristianas veletas y vayan rebotando, rebotando, repitiendo blancos y verdes y morados; verdes; azules y rojos; negros; granas, oro y blanco; negros y blancos; morados; y más morados y blancos y rojos y azules rasos; y más negros, y, el último día, los mil colores del arco iris, desde Santiago y Belén, a Santa Eufemia: desde Santa Eufemia, al San Pedro poderoso; desde San Pedro, a la Trinidad, y San Francisco, y los Remedios y tras, enredarse, juguetones, en la de esa pareja de enamorados que se persiguen sin cesar, lleguen hasta el angelote y, desde allí, poderosos, suban hasta el Reloj, dejando, en su recorrido a Antequera toda, bañada del color, de los mil colores, de su Semana Santa.
Te decía, Antequera, que en llegando este tiempo, a la primavera antequerana, la cruza un ramalazo de dolor.
Vayamos por partes, Antequera.
Te he mencionado un par de cosas: la primavera y el ramalazo de dolor de sus procesiones. Pero, si la primera llega, y ni los poetas, saben como ha sido, la segunda, si que se sabe. Llega, porque tú lo has querido, Antequera. Llega, porque por tí, lo quisieron, fíjate bien, ¿te acuerdas?, desde… que al amparo de mi dueña Santa Eufemia, desde lejanas tierras de Aragón y de Castilla, de León y de Galicia, con gentes hermanas de mil lugares de las Españas, el Infante, Don Fernando, convirtió en cristiana a la perla musulmana.
La Semana Santa llega a Antequera, porque desde apartados rincones, vinieron cristianos monjes y más de treinta iglesias fundaron. Porque angélicas manos de artistas, milagros de imágenes tallaron. Porque el señor Santiago, llegó a las Suertes y de sus propias manos, entregó al buen fraile esa preciosa estatuilla de nuestra patrona mariana de los Remedios, a cuyo amparo me someto.»

Aprovechamos la ocasión para mostrar nuestra más sincera condolencia a su esposa, hij@s y familiares, así como sus amistades y cuantos les conocieron. Al principio de nuestro programa de esta noche también mostraremos nuestro pequeño recuerdo a una persona que quiso mucho a Antequera y sus cofradías y narró su día a día. D.E.P.

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