El origen del municipio de Carratraca es del siglo XIX. Don José Salgado escribió una monografía en 1725, donde hace constar que en esta zona no existía más que una sola casa, conocida por el nombre de Cortijo de Aguas Hediondas. Sin embargo, las bañeras halladas en la vertiente del manantial, los sepulcros y restos de cerámica descubiertos en puntos diferentes del pueblo y sobre todo, los vestigios de una muralla, hacen suponer que estos lugares estuvieron habitados durante el período de la dominación romana y, abandonados después por causas que desconocemos, se cubrieron de espesos encinares.

Uno de los monumentos más importantes en Carratraca es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Salud uno de los edificios de interés arquitectónico que data de principios del siglo XIX. Fue construida sobre el solar de una antigua ermita y el interior consta de tres naves separadas por arcos de medio punto, con armaduras de madera y bóvedas semiesféricas para cubrir el presbiterio y el camarín donde está la imagen de la Virgen de la Salud. El edificio del Ayuntamiento tiene también interés por su estilo neoárabe en el que sobresalen las dos galerías superpuestas y con arcos de herradura. Construcción muy singular es la pequeña plaza de toros de planta poligonal y excavada en la roca de Sierra Blanquilla. Este es el lugar donde los vecinos del pueblo, convertidos en actores ocasionales, escenifican la Pasión en Semana Santa. Mención especial merece para el viajero el balneario de aguas sulfurosas. El enclave surgió alrededor de las fuentes y de una ermita del siglo XVIII en el término municipal de Casarabonela, del que se separó en 1821. Veintiséis años más tarde se creó el balneario en un estilo tan apropiado como el neoclásico, muy propio de la edad de oro de este tipo de establecimientos de mitad del XIX. En el interior del edificio que alberga el balneario, destaca en un patio interior de zócalo de cerámica el templete rodeado de columnas blancas de mármol jaspeado. Otros lugares de interés fuera del casco urbano son las cuevas del Duende y la del abrigo de Alcaparaín, así como las simas Gorda y la de los Murciélagos (necrópolis). 

Una de las fiestas y tradición más importantes de este pueblo es la escenificación de la Pasión en Semana Santa, en la que interviene más de un centenar de vecinos convertidos en actores. La procesión del Corpus Christi y los adornos de calles y casas con flores, mantillas y objetos artísticos es también una antigua tradición, como la noche de San Juan, en la madrugada del 24 de junio. Las fiestas patronales del pueblo, en honor de la patrona la Virgen de la Salud, tienen lugar entre el 13 y el 15 de agosto. 
La gastronomía de Carratraca está basa sobre todo en platos fuertes con productos del cerdo y el cabrito como lo son los callos de Carratraca, chivo a la pastoril y jarrete a la campera.
En cuanto a repostería y postres destacan los bizcochos, cubiletes, roscos de manteca, tortas de aceite y tortas de almendra.

1 Comentario