Mañas (dcha), junto a Álvarez, durante la presentación de los datos de recogida

Más de 145.000 kilos de ropa se llegaron a depositar en los contenedores que la Asociación Madre Coraje tiene en Antequera, a lo largo de 2016. Esta cantidad supone un incremento superior al 14% respecto al año anterior, según ha dado a conocer este viernes el gerente de la entidad en Málaga, Avelino Mañas.

Debido al aumento de este tipo de donaciones, la entidad ha decido instalar un nuevo contenedor en los Altos de Santa Catalina. De esta manera será 28 los repartidos en la ciudad, dos de ellos en colegios. Donde más prendas de vestir se depositaron el pasado año fue en los que hay ubicados junto al Barrio de Los Remedios (12.185 kilos) y en Parque Verónica (11.310 kilos).

En cuanto a la recogida de aceite usado, según ha apuntado el gerente de Madre Coraje, se está manteniendo en los últimos años en torno a los 11.000 kilos anuales. Donde más se deja este residuo es en el contenedor de la calle Calzada, que el año pasado aportó un total de 1.668 kilos, seguido del de Capuchinos, que superó los 800.  Para continuar facilitar a los vecinos del municipio el reciclaje de los aceites, la ONG instalarán en próximas fechas un nuevo contenedor en la pedanía de Cartaojal.

Punto móvil

Tanto a este anejo, como a otros de Antequera y diferentes barrios de la ciudad llega cada último miércoles de mes el Punto Limpio Móvil que tiene Madre Coraje. Este vehículo, además de ropa y aceite, también les permite recoger otro tipo de residuos como pilas, teléfonos móviles y otro tipo de aparatos móviles, radiografías, cartuchos de impresora; así como libros de lectura o juguetes que se destinan a sus proyectos humanitarios como el de Mozambique.

En Antequera el pasado año se recogieron casi 3.000 kilos, unos 730 más respecto a 2015. Y estas cantidades hay que sumar los más de 800 que aportó directamente la Archicofradía de los Estudiantes.

Proceso y financiación

“El antequerano está concienciado con el reciclaje y con la solidaridad», ha manifestado Mañas, quien también ha querido aclarar la forma de actuación de Madre Coraje, para evitar suspicacias sobre el uso que se hace de la ropa, que suelen producirse a raíz de la emisión en televisión de reportajes de investigación sobre recogidas no regularizadas.

Como ha explicado junto al concejal de Medio Ambiente, Juan Álvarez, cuando la ropa o el calzado llega hasta sus instalaciones, decenas de voluntarios la clasifican, en función de cómo esté. Las prendas sin estrenar y con la etiqueta, que llegan “aunque parezca que no es posible”, se envía para los proyectos solidarios que desarrollan en Perú -de hecho, es la única que les permiten remitir-. La otra ropa que aún puede tener uso sigue dos vías: una parte se dedica para la entrega gratuita a familias que les derivan de otras ONG como Cáritas o Cruz Roja y otra para los mercadillos que tienen por la capital, para la financiación de sus proyectos.

En este sentido, Mañas ha recordado que el 85% del presupuesto de la entidad -que parte se destina para el envío de la ayuda humanitaria- sale de recursos propios, que se obtienen también por vías como la comercialización del resto de telas a empresas que las aprovechan para su reutilización como trapos de limpieza y la elaboración de moquetas. También a través de la venta de los jabones que hacen con parte del aceite de regido, cuyos excedentes se convertirá en biodiesel, o de las radiografías, que empresas especializadas emplean para la obtención de plata.

Hace las cosas estupendamente, y tiene la confianza del Ayuntamiento», ha asegurado el concejal de Medio Ambiente, respaldado la labor de Madre Coraje, que ya hace tres años tuvo que poner en marcha la campaña «La historia de mi camiseta» para acabar con posibles rumores.

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