Como ya ocurrió con Prometheus, la anterior película de Ridley Scott, El Consejero ha vuelto a levantar polémica, ésta vez por culpa un guión compuesto casi exclusivamente por diálogos.

Creo que es compresible que si alguien va a ver El Consejero esperando encontrar un thriller policiaco, salga decepcionado y hasta puede que enfadado, pero en mi caso tuve la suerte (tras leer varias críticas) de saber perfectamente lo que iba a encontrar, y gracias a eso disfruté con la película de principio a fin.

No obstante, considero que el film tiene virtudes de sobra como para no merecer el bombardeo de malas críticas que está recibiendo, por ejemplo un reparto impresionante, una ambientación muy lograda en la que destaca el constante aire pesimista que se respira cuando sabes de primera mano que todo va a salir mal, o el propio guión escrito por el novelista Cormac McCarthy; una historia sobre la avaricia, las malas decisiones y sus consecuencias.

Es verdad que los personajes tienen una verborrea de aúpa, con predisposición a las frases lapidarias propias de un western, pero en absoluto me parecieron diálogos malos o barrocos, y total, ya se han hecho cientos de thrillers con tiroteos, explosiones y buenas  dosis de acción, así que ¿por qué no plantear uno en el que los personajes, además de matarse, se sientan a hablar? Porque me imagino que en el mundillo de los negocios que describe la película se debe hablar mucho.
Se trata de una película lenta (ojo, no aburrida), llena de diálogos, y eso es precisamente lo que hace que los escasos momentos violentos e impactantes impresionen mucho más que si estuviesen mostrándonos muertes cada cinco minutos.

Lo Peor: Que al principio pueda resultar algo confusa, y que mucha gente espere de ella lo que no es y por eso acaben decepcionados.

¿A quién le puede interesar?: A los que disfruten con las historias de Cormac McCarthy, y a aquellos que busquen algo más que una simple película de acción.