Inicio de la marcha en la plaza de Castilla

“Lo opuesto de la guerra no es la paz, sino la alegría y el amor. Es necesario algo más que la calma para no volver a la barbarie”. Este es uno de los mensajes que ha dejado el manifiesto elaborado para este lunes por la red local Escuela Espacio de Paz, con motivo del Día Escolar por la No Violencia y la Paz.

El discurso se ha leído tras finalizar la marcha en la que decenas de escolares de hasta cinco institutos de secundaria de Antequera y otros tres de Humilladero, Mollina y Sierra de Yeguas han reclamado un mundo más pacífico.

El recorrido ha partido de la plaza de Castilla de Antequera hasta llegar al Teatro Torcal, donde el alumnado de estos centros han podido escuchar a Héctor Mediavilla, coordinador en Andalucía de Mensajeros por la Paz. También ha una compañera que ha recordado que la paz “es mucho más que ausencia de conflicto” y que cuando se pretende el fin de un conflicto bélico “hay que ir más allá del alto el fuego y de la paz contenida e impuesta con armas y fuerzas”.

Los institutos han querido celebrar esta jornada, “con el fin de no ser indiferentes ante el dolor de tantas personas inocentes”. Así, han recordado las consecuencias de guerras y conflictos internacionales como los que se han producido en Turquía o aquellos que han dejado países “desintegrados” como Libia.

“Ha llegado el momento de desechar la idea de que la lucha contra el extremismo violento es base suficiente para un plan de orden mundial o para hallar la solución de un país como Siria”, han expuesto en su manifiesto.

También han lamentado el tratamiento que están recibiendo refugiados sirios por parte de países de la Unión Europa los refugiados sirios, aglutinados en campos “como si no fueran más que una sarta de perros, a la espera de una familia que les dé cobijo”.

Los escolares no comprenden que haya dirigentes políticos que no faciliten el tránsito de estas personas, abogando más por una ayuda directa en su país. “¿Qué país? ¿Aquel que está devastado por una guerra, o aquel en el que un dictador se aprovecha de sus ciudadanos?”, se han preguntado en el manifiesto.

En este sentido ha expresado su deseo de un mundo más justo, del que han asegurado que se alcanza con amor y fe en la humanidad, pero sobre todo con una actitud pacífica en el entorno de cada persona. “No podría haber paz en el mundo, sino no hay paz con un mismo, con la familia, con los vecinos, con los que no piensan igual que nosotros, con la naturaleza, con la Historia”, han subrayado en el documento, abogando por una «cultura de la paz»

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