Un año después de la renovación de la mayoría absoluta del PP en Antequera, asistimos a un desolador panorama, pues realmente no ha servido para nada, no sólo, no ha dado solución a ninguno de los problemas de la ciudad, sino que por el contrario, se han agravado, inversiones productivas paralizadas, cierres de empresas, cierres de comercios, nula creación de empleo y todo ello con la misma deuda que hace 5 años. Este último lo han aprovechado para subirnos de forma galopante, el IBI, el Agua, la práctica deportiva y las actividades ocio-educativas alcanzando niveles de hasta el 150%. Ante esto, Antequera sufre en silencio la situación, pues pocas voces se alzan, y esta pasividad sólo puede conducir a mayores ataques de los gobernantes y los poderes a los que defienden.

La actividad política en este mes de mayo, en contra de lo manifestado por el Alcalde en otras ocasiones, se refiere exclusivamente a problemas no sólo nacionales, también del mundo. Si a pesar de todo lo vertido contra la oposición municipal, las propuestas en forma de mociones del Partido Popular para su debate en el Pleno de este mes de mayo se refieren a repudiar a Otegui, liberar presos en Venezuela e instar a la Junta de Andalucía para que libere mas recursos para los Dólmenes. Esas son sus únicas mociones, desprecio de la realidad y problemática local, incapacidad o luchas políticas en otras lides. Así hurtan a los antequeranos y antequeranas, toda capacidad de resolver problemas locales, para los que el Grupo Socialista presenta nada más y nada menos que 12 propuestas de moción, que sin duda, todas correrán el mismo camino que las anteriores, es decir el NO permanente popular, anclado en su ya cansina mayoría absoluta.

Mientras tanto las cifras del paro nos muestran una realidad pervertida, así la casualidad entre los días 20 de abril y 10 de mayo de la temporada de la haba, que ha permitido la friolera de 1.000 contratos de campaña, sólo ha permitido una disminución de 132 personas en las cifras de desempleados, perdiendo en el sector industrial, servicios y construcción, además de la contratación de temporeros que no constan en la población activa de nuestra ciudad en un número considerable a deducir por los datos, es decir estamos dónde estábamos hace 100 años. En 1916, un año antes de la gran huelga general del 17, el poder político aliado con caciques, terratenientes y con la bendición del todopoderoso, permite una «libre» contratación de peones agrarios durante una veintena de días a precios muy competitivos. En la actualidad los jornales más generosos llegan a 5 euros la hora.

Cien años después Antequera se está reduciendo a esto, puesto que se paralizan por cuestiones urbanísticas en unos casos y de lentitud administrativa en otros, la puesta en marcha de iniciativas que llaman a nuestra puerta, convirtiendo nuestro espacio industrial y comercial en un desierto.

Mientras tanto la cortina de humo en la que nos han subido desde hace meses, en la que sólo vale el gesto de apoyo a los dólmenes, y en la que los dirigentes populares se han instalado, otorgando en exclusiva los carnés de «apoyadores» en función de la fuerza y ahínco con que se realiza el gesto, mientras se exige a la Junta de Andalucía todas las inversiones necesarias para llevar al conjunto dolménico al de espacio cultural y turístico que debe ser.

Cercano el 15 de mayo y ante este panorama, sería bueno recuperar si algo queda de aquel espíritu, para que Antequera se desperece y exija al PP, que gobierne, o que deje gobernar.

Francisco Morente López, concejal del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Antequera

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