Un viernes más, en plena noche de difuntos, cuando las calles de Antequera se empezaban a llenar de almas en pena, la sala Cambayá Club abría sus puertas del Polígono de la Azucarera a un nuevo concierto surgido de las entrañas del Laboratorio de Sonidos (ese magazine audiovisual que esta casa dedica al universo sonoro mal llamado alternativo).

Los (por otra parte escasos) fieles habituales ya saben del excelente gusto con que este antequerano estudio de grabación convertido en sala de conciertos con que elige sus propuestas y esa noche no fue una excepción.

Esta vez, los elegidos fueron los malagueños afincados en Granada “Unsuspected”, que con sus brumoso sonidos eléctricos hechizaron desde el primer acorde a los fieles asistentes.

Sobre las tablas, en novedoso formato de “a cuatro” con una fantasmal proyección infinita de la banda tras ellos mismos, fueron desgranando con elegancia binaria buena parte de lo que será su nuevo LP, sin olvidarse por ello de ese primer trabajo, “I dropped the heart”, con el que debutaron hace tres años.

Sorprende la soltura de estos veinteañeros al transitar por caminos inéditos en este país y es que resulta difícil encontrar otra en banda en toda la geografía nacional que practique un dream pop de tan alta factura, como demostraron el pasado viernes enfrentándose con igual brillantez a temas propios y extraños (como las personalísimas versiones de Joy Division o Broadcast que regalaron a la decena de asistentes).

Partiendo de unos sintetizadores densos, bajos monótonos, riffs cercanos al Shoegaze y una batería pausada, fueron facturando melodías electrónicas compuestas de unos y ceros entre los que la suave y respirable voz de Eva Ramírez supuso un dos incontestable.

Algo grande pasa cada vez que Cambayá abre sus puertas y “Unsuspected” confirmaron con creces la expectación que brota a su alrededor cada vez que se habla de ellos, siendo buena muestra del ecléctico panorama sonoro surgido desde Andalucía.

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