Hace unos días el Partido Popular difundía en redes sociales unas fotos en las que aparecía la alcaldesa de Cañete la Real, Josefa Jurado (PSOE), en el balcón del Ayuntamiento de Sant Sadurní (Barcelona) con banderas independentistas y carteles en los que se pedía la libertad de los «presos políticos». Las dos localidades están hermanadas y la regidora acudía para realizar la lectura del pregón de las fiestas 2018.
Ante la polémica surgida el Ayuntamiento del municipio malagueño ha mandado un comunicado y dice “ser víctimas de esta emboscada que ha provocado que el vínculo forjado entre los dos municipios durante décadas penda ahora de un hilo por una decisión unilateral y egoísta que nos está causando un gran daño que creemos no merecer”.
Desde el Consistorio dicen que “la actuación del equipo de gobierno de Sant Sadurní d’Anoia, encabezado por el señor Josep Maria Ribas, nos ha decepcionado no sólo en el plano institucional, sino también en el plano de los afectos, pues la relación entre ambos municipios trasciende desde hace años lo meramente formal”.
El Ayuntamiento reconoce en el comunicado que “el pasado mes de agosto, a sólo una semana de la lectura del pregón y con todos los inconvenientes que ello supone, el señor Josep Maria Ribas telefonea a doña Josefa Jurado para comunicarle que durante la lectura del pregón se exhibirán símbolos independentistas en la fachada del ayuntamiento de Sant Sadurní. Seguidamente la alcaldesa convoca una Junta de Portavoces con el resto de partidos políticos, que llegan a la conclusión de que dadas las circunstancias no es conveniente acudir”.
A pesar de todo, en una segunda llamada del alcalde catalán, aseguran en el comunicado, les dice que “finalmente han decidido no colocar ningún símbolo, por lo que accede a asistir a la lectura del pregón”. De hecho, en el escrito afirman que a la llegada no había ninguna pancarta ni símbolo y que es a la entrada al edificio cuando se aprovecha para poner los símbolos independentistas.
“Quizás se haya pecado de ingenuidad por nuestra parte al no pedir por escrito el compromiso de que no se exhibiría ningún tipo de símbolo de índole política”, detallan.
Además explican “estamos y estaremos siempre del lado de la legalidad, del respeto y de la defensa de la Constitución Española y de los cauces democráticos para legitimar cualquier objetivo político, y que consideramos que en nuestro país no hay ni presos políticos ni exiliados”.