Tras casi tres meses del traslado de la estatua del Marqués de Larios a los talleres de restauración de la empresa antequerana Chapitel, «el proceso ya se encuentra al 60 por ciento», según ha confirmado el gerente Rafael Ruiz de la Linde.
El objetivo es que la restauración de esta emblemática figura malagueña pueda culminarse para mediados de enero, si bien la colocación de la misma dependerá de las obras que se están efectuando en el entorno de la Alameda Principal.
Una vez se va a reubicar la estatua (ahora al inicio de la calle Larios), es que se trasladó también el basamento, «por lo que la restauración y limpieza del mismo se efectuará ‘in situ’, por lo que dependerá la colocación de la figura la culminación de las obras y del basamento», indicó Ruiz de la Linde.
El proceso de restauración que se está llevando a cabo consiste en un cepillado con brocha para retirarle el polvo, se realiza un lavado con agua destilada y jabón neutro, aplicación de papetas de celulosa impregnadas con agua destilada para extraer las sales por absorción, limpieza con agua destilada y alcohol al 50 por ciento, y cepillado para retirar las costras de corrosión (si es necesario se aplican papetas impregnadas de sexquicarbonato sódico en las áreas puntuales que se resistan a la limpieza). Por último, se da una mano de citrato de amonio utilizando una brocha de pelo suave y, como inhibidor de la corrosión, se aplica benzotriazol al 3 por ciento, y se da una capa de cera para matizar el brillo del producto protector.
La pieza fue inaugurada el 1 de enero de 1899 por un todavía joven Mariano Benlliure, al que le habían hecho el encargo de la realización del monumento. La llegada de la II República provocó que la estatua del Marqués de Larios terminara decapitado y bajo las aguas del Puerto de Málaga, colocándose en su lugar la ‘Alegoría del Trabajo’. Tras el final de la Guerra Civil se buscó, localizó y recolocó la pieza del Marqués, que volvió a coronar el monumento, tras haber sido restaurado por el propio Benlliure.
No obstante, por si situación, con el paso del tráfico a su alrededor, la salida de humos del aparcamiento de la Marina y su más de un siglo de presencia, la pieza presentaba diversos problemas por la humedad y el desgaste, con algunas fisuras.
La empresa Antequera también se encuentra restaurando la figura de ‘La Alegoría del Trabajo’. Ambas esculturas de bronce serán recolocadas en un nuevo pedestal.