Tras una larga experiencia en el sector y después de que el confinamiento disparara aún más la demanda, los hermanos Nabil y Amin Montes ha impulsado su propia empresa, Mediaokupas, un servicio basado principalmente en la mediación con el fin de recuperar las viviendas de inquilinos problemáticos con actuaciones rápidas y completamente legales
«Hace cuestión de unas semanas, tardamos solo 30 minutos en desocupar un ático en el centro de Málaga». Tras años de experiencia trabajando para otra empresa de la misma índole y después de estudiar y formarse íntegramente en el tema, su espíritu emprendedor llevó a los antequeranos Nabil y Amin Montes a crear la empresa de desocupación Mediaokupas, un servicio de mediación entre el propietario de la vivienda y la persona okupa que ideó hace más de medio año y que ofrece no solo en la comarca, sino en toda España.
Y es que, aunque con solo leerlo puede parecer fácil, lo que han conseguido no lo ha sido en absoluto. Porque ese mismo inmueble ya fue desalojado una vez mediante vía judicial, después de dos años de juicios y abogados. Pero además, pasado un mes de la expulsión de los inquilinos, otros ocupas volvieron a meterse en el piso porque los anteriores vendieron la llave por algo más de mil euros.
Este caso que cuenta es una de las tantas situaciones de desamparo a las que se enfrentan, particulares, familias y empresas, que no pueden defenderse y tienen que afrontar costosos procesos judiciales y sus consiguientes daños materiales y económicos. Todo esto sin contar la imposibilidad de poder alquilar, aprovechar o simplemente disfrutar de su vivienda. Es por eso que aunque no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo llevará desalojar una vivienda, siempre será antes que por medio de juicios.
La situación de crisis de la pandemia y la normativa vigente sobre propiedad inmobiliaria ha provocado una proliferación de casos de ocupación de viviendas y locales que ha desbordado a la administración de justicia. «La ocupación siempre ha estado presente, lo que ocurre es que antes la gente no sabía que debía hacer o hasta qué punto podía llegar. He estado en casos en los que ha intervenido la policía y la Guardia Civil y no han podido hacer nada».
Nunca un caso es igual a otro, porque depende de la situación de la morada, el tipo de okupa y su predisposición. «Hay okupas que son más agresivos y okupas que no quieren hablar, pero también los hay que son más cordiales y les da vergüenza que una empresa como la mía lleguen a tocar a la casa delante de todo el mundo».
Aunque la principal labor que desempeña Mediaokupas es la a negociación para conseguir el desalojo de inquilinos ilegales, buscando la entrega voluntaria de las llaves, también se encargan de gestionar problemas de contratos e inquilinos precarios que dejan de pagar. «Muchas veces se creen vulnerables, que están protegidos por la ley y lo que pasa es que no pagan porque no quieren».
Su equipo multidisciplinar ha actuado últimamente en municipios como Campillos, Alameda o Teba, pero también en Málaga capital, hasta abarcar todo el territorio español
Por otro lado, cuentan con asesoramiento jurídico en el caso de que se tenga que llegar a una resolución legal, siendo esto poco frecuente. También realizan control de acceso y vigilancia «basado en la presencia de uno de nuestros miembros durante las 24 horas del día”. Además, colaboran con empresas de videovigilancia, ofreciendo la instalación de sistemas de alarma de última generación así como cerrajería.
Mediaokupas abarca la totalidad del territorio español. Sus servicios más recientes han sido en el ámbito local, como en Teba, Campillos u Alameda, así como en Málaga capital o el distrito de Puerto de la Torre y Puerto Banús.
Cuenta con un equipo de especialistas de diferentes ámbitos relacionados con la ocupación Integrado por abogados, procuradores, mediadores y agentes de campo y personal cualificado para las actuaciones.
