Dolores nació en Campillos y se considera una mujer “adelantada a sus tiempos” porque siempre ha hecho lo que ha querido con su carácter risueño y divertido

Como todos los días no se alcanzan los 101 años, la residencia de Archidona, gestionada por Fundación Gerón, ha organizado una fiesta para celebrar el cumpleaños de su residente más longeva, Dolores Pérez Espinal. Trabajadores del centro, junto a otros residentes han podido compartir una merienda y la tradicional tarta en una sala especialmente decorada para la ‘abuela del centro’.

Dolores, que reside en el centro de Archidona desde enero de este mismo año, es soltera y sin hijos y siempre ha vivido con su hermana mayor, Antonia, también soltera y sin descendencia y otro hermano en la misma situación. Asegura que nunca le han gustado las fiestas ni pintarse ni arreglarse y se considera una mujer “adelantada a sus tiempos” porque siempre ha hecho lo que ha querido con su carácter risueño y divertido.

Dolores nació en el municipio de Campillos, en la calle San Sebastián un 20 de julio de 1920. Su padre se llamaba Pedro y su madre Antonia y se crió en un entorno feliz junto a sus hermanos (una niña y cinco varones, siendo ella la penúltima) pues sus progenitores tenían fincas propias.

Cuenta que era traviesa y que faltaba a menudo al colegio porque le gustaba ayudar a su hermana con las labores de la casa y sobre todo con los recados.