El Iberoquinoa Antequera cayó en su encuentro ante el Bidasoa Irún de la cuarta jornada de la Liga Sacyr Asobal. El conjunto de Lorenzo Ruiz pagó muy caro su falta de acierto ofensivo, tanto en el lanzamiento como en la circulación, algo que supo castigar muy bien un rival llamado a luchar por altas cotas en la competición. El pobre bagaje anotador de los antequeranos, con sólo once tantos anotados en cincuenta minutos, hizo que el marcador fuese muy favorable para el cuadro vasco.
En los primeros compases, las defensas se imponían a los ataques y el marcador, con un tanteo bajo, se encontraba igualado transcurridos seis minutos (2-3). Pero los problemas ofensivos del Iberoquinoa Antequera, con dificultades para superar la muralla irundarra y a su portero Manolo Sierra, hizo mella también en la labor de los locales en la portería propia. La falta de soluciones ante la movilidad de la primera línea rival y las pérdidas que generaron contras fáciles, generó un parcial en contra de 2-11 que ya ponía muy cuesta arriba el partido antes de llegar a los veinticinco minutos (4-14). Sólo dos goles anotados en veinte minutos era un bagaje muy pobre.
Consiguió el cuadro antequerano mejorar las sensaciones antes del descanso. Con una afición que no dejaba de apoyarles y mucho coraje, lograron recortar diferencias para marcharse a vestuarios, aunque el Bidasoa Irún terminaba la primera parte doblándole en el electrónico (8-16).
Pero la reacción ofensiva no tuvo continuidad en la segunda mitad. Más de ocho minutos tardó el Iberoquinoa Antequera en volver a perforar la portería del equipo vasco, lo que provocó que la diferencia llegase a superar la decena de goles de distancia (9-20). El partido ya estaba con la balanza inclinada totalmente para los visitantes.
La buena noticia fue que la defensa rindió a un gran nivel en la segunda parte, lo que hizo posible un parcial de 5-0 por parte local que hizo albergar alguna pequeña esperanza, pero la reacción llegó muy tarde y los puntos volaron del Argüelles (16-23).