El Museo del Patrimonio de Málaga acoge una exposición de dibujos de José María Fernández

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El Museo del Patrimonio Municipal de Málaga ya acoge una nueva exposición temporal, que vendrá acompañada de actividades paralelas que configuran el proyecto ‘Antequera: 7.000 años de Arte y Patrimonio’. Bajo el título ‘José María Fernández, un espíritu atormentado’, dibujos del Museo de la Ciudad de Antequera se ofrecen en la sala de exposiciones temporales en una muestra de las creaciones sobre papel de este pintor, dibujante y escritor antequerano contemporáneo de Picasso. Esta iniciativa, desarrollada conjuntamente por los ayuntamientos de Málaga y Antequera, trata de proyectar y acercar el arte y el patrimonio antequerano a la ciudadanía malagueña y sus visitantes.
En la exposición, que puede visitarse hasta el 29 de enero de 2017, se exhiben 62 dibujos de un creador incomprendido en su época y aun no suficientemente conocido y valorado fuera del ámbito malagueño. José María Fernández Rodríguez (1881-1947) fue un artista y estudioso polifacético. Figura relevante de la Escuela Malagueña de Pintura, formado en la Escuela de Bellas Artes de Málaga, tuvo como maestros, entre otros, a Joaquín Martínez de la Vega. A su labor como pintor hay que añadir la de archivero municipal y la de estudioso del arte y de la historia de su ciudad natal. Como pintor, trabajó el óleo y sobre todo el pastel. Fue además un gran retratista. Pero su obra más original, personal, renovadora e interesante la plasmó como dibujante. Esta técnica le sirvió para volcar sobre el papel las inquietudes, angustias, frustraciones y obsesiones personales. Su vida no fue precisamente feliz. Tampoco le resultaron ajenos los problemas y los conflictos de la sociedad que le rodeaba. Sus dos fuentes de inspiración: la mitología clásica y la obra de Goya, le llevaron por el camino de un expresionismo muy personal.
En palabras del poeta antequerano José Antonio Muñoz Rojas, amigo y albacea del artista, “Fernández pintó o dibujó toda su vida y todo cuanto su vida le ofreció”. Nunca expuso su obra y fue conocida solo por algunos amigos, quizá porque no estaba destinada a la venta, quizá por pudor, o porque ni él mismo le daba su merecida importancia de cara al público, como las páginas de un diario íntimo que tienen sentido solo para quien las escribe. En realidad, el visitante se encuentra con su obra verdadera, la que le servía de ejercicio, de estímulo, de expresión, de desahogo, de refugio, de grito y de deseo. El dibujo se convertía en expresión íntima de los deseos, de los odios, sueños y ensueños.
Sus dibujos recrean el mundo mitológico, las celebraciones báquicas y la Antigüedad Clásica; el carnaval, la noche de San Juan y el circo, formas diferentes de fiesta que responden a las mismas intenciones y significados; y por último, los esperpentos goyescos, el ritual, las procesiones, el flamenco, los dibujos de temática eclesial, la muerte como protagonista de los ajusticiamientos inquisitoriales, las ejecuciones y los desastres de la guerra, las miserias humanas, la pobreza y la locura, la prostitución y el eros negro, pequeños retazos de la España profunda con los que el artista se muestra implacable, imágenes rotundas de la oscuridad del ser humano.
José María Fernández y sus dibujos permiten adentrarse al visitante a través de una puerta entreabierta. La intención puramente intelectual y analítica que encierra el acercamiento a su obra se mezcla con una atracción no exenta de morbosidad.
En paralelo, se va a desarrollar en el salón de actos del propio Museo del Patrimonio Municipal de Málaga un ciclo de conferencias bajo el título general de ‘Antequera: 7.000 años de arte y patrimonio’. En este ciclo seis prestigiosos profesores, académicos e investigadores ofrecerán una panorámica puesta al día de la enorme riqueza artística y documental de la ciudad del Torcal.

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