Las 6 cofradías pudieron procesionar sus Sagrados Titualres con total normalidad, siendo este el primer año en el que todas han entrado a la plaza

La plaza Ochavada de Archidona ha sido un año más punto de encuentro de cientos de devotos, cofrades y visitantes atraídos por la gran belleza y tradición de la Semana Santa archidonesa, Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

Al ritmo que marcan sus tan característicos campanilleros, la cabecera de la Sierra Norte de Málaga se ha vestido de gala para rendir culto a los Sagrados Titulares de sus seis cofradías: La Pollinica, El Huerto, El Nazareno, El Dulce Nombre, La Humildad y La Soledad.

Desde el mismo Viernes de Dolores las cofradías han estado aguardando impacientes desde sus templos su esperada salida procesional tras completar todos los preparativos, montar los tronos, repartir túnicas y cerrar recorridos. Mucha ilusión también en conjunto por parte de su agrupación de cofradías que se encamina a los 100 años de historia, siendo la segunda más antigua de España tras la de Málaga capital.

Las palmas blancas resplandecieron con la luz del sol en la tarde del Domingo de Ramos, día especial para la Virgen de la Victoria y la Pollinica, que en menos de medio año volvió a pisar las calles del pueblo tras su recorrido extraordinario por el 75 aniversario. Aparte de la salida majestuosa de la iglesia de la Victoria, uno de los momentos más destacados fue su paso por la plaza octogonal.

El Cristo de la Columna de la Cofradía de la Soledad se quitó la espinita clavada del año pasado en el que no pudo realizar su cortejo procesional a causa de la lluvia. Este año su paso solemne recorrió las calles en la noche del Martes Santo.

El Paseo de la Victoria protagonizó el Miércoles Santo otra de las salidas más memorables de la Semana Santa de Archidona con la tradición de ‘La Embajá’. Desde el balcón del templo, un pequeño ángel cantó al paso de la cofradía del Huerto antes de emprender su recorrido procesional que tuvo su punto culmen en la plaza con la entrada de Jesús del Huerto, Padre Jesús Preso y María Santísima del Amparo de rodillas.

El Jueves Santo se volvió a vestir de morado y verde con el paso del Nazareno, la Santa Cruz de Jerusalén, el Cristo de la Expiración y María Santísima del Amor y de la Sangre. Cuatro pasos que se encararon en la plaza antes del regreso a su templo, dejando una imagen icónica digna de fotografía.

El Viernes Santo atrajo una vez más a miles de personas que desde primera hora de la mañana esperaban el desfile de la Legión. El rojo, el morado y el dorado tiñeron el ambiente durante el cortejo procesional del Dulce Nombre, con ‘el niño de la bola’, el Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Paz. Un procesión que abarrotó como de costumbre los callejones de la Ochavada donde se agolpaba gente con ilusión de ver el singular espectáculo de la Legión al son de ‘El Novio de la Muerte’ junto con los pasos de la cofradía.

Ya por la tarde, la parroquia de Santa Ana acogió la salida de La Humildad, que entró por primera vez a la plaza Ochavada, una decisión que se aprobó en cabildo un par de semanas antes de su estación de penitencia. El Padre Jesús de la Humildad y María Santísima de los Dolores se estrenaron así en la plaza con gran afluencia de público y el acompañamiento de la Guardia Civil.

Al caer la tarde, la plaza de la iglesia se preparó para venerar a la Virgen de la Soledad y presentar sus respetos al Santo Entierro. La Archicofradía de la Soledad volvió a protagonizar una noche mágica en la plaza Ochavada bajo un manto de luz y estrellas que puso fin a la Pasión de Archidona a la espera de El Resucitado.