En la Sierra de San Jorge y próxima a la Fuente de los Cien Caños se encuentra una de las mejores zonas de vuelo de Andalucía. El único impedimento: hay que subir andando
Villanueva del Trabuco siempre ha sido conocido por su turismo activo y deporte de naturaleza. Pero lo que muchos tal vez no sabían es que se trata de un enclave idóneo para surcar los cielos. Aparte de Teba, este municipio de la sierra norte de Málaga es la única zona de toda la comarca de Antequera donde se puede volar libremente en parapente, después que se prohibiera en el entorno del Valle de Abdalajís a causa de su cercanía con el aeropuerto.
«Una pista de pádel se puede montar en cualquier sitio, pero unas instalaciones deportivas de parapente solo la puedes tener en una montaña que reúna los requisitos, como es nuestro caso», explica Samuel Aguilera, capitán del Club TT Vuelos y Artimañas con sede en la localidad.
La zona de vuelo, que cuenta con una sola orientación al noroeste, está situada próxima a la Fuente de los Cien Caños, en la Sierra de San Jorge, un complejo montañoso que se caracteriza por poseer elevaciones por encima de los 1.000 metros que funcionan como una barrera natural a los vientos, lo que facilita la ascensión en el vuelo.
El único hándicap es que el acceso a la zona de despegue es complicado, pues no cuenta con una entrada por carretera, hay que subir andando. «Si se pudiera llegar en coche, estamos seguros de que la estación estaría llena de gente todos los días. Villanueva del Trabuco es uno de los sitios más bonitos para volar y esto sería el empuje perfecto para tener una zona de vuelo fantástica», afirma Aguilera.
Se trata de un tema que se ha puesto más de una vez sobre la mesa, pero que por ahora se ha quedado en el tintero. «Sería necesario realizar un buen informe para que la Consejería de Medio Ambiente autorice la creación de un camino en la montaña que pudiese tener diferentes usos, por ejemplo, como cortafuegos», señala. De hecho, por este motivo, los miembros del club suelen entrenar en otras zonas como Loja o Alfarnate. «Nos interesa hacer muchos vuelos al día y no compensa caminar media hora en cada remonte», argumenta.
Dos décadas volando
Aguilera lleva en torno a veinte años subido en un parapente. Lo vio de sus vecinos, aprendió entre amigos y ahora su hijo de 13 años lo ha heredado de él. «Es difícil explicar y asimilar lo que sientes cuando vuelas por primera vez. Nunca paras de aprender, siempre hay nuevos retos. Cada zona y cada vuelo es diferente, no es monótono. No es como el que coge un coche y va de un sitio a otro», expresa.
Una práctica que siempre le produce emoción y adrenalina, pues pocas veces ha habido lugar para el miedo. «Alguna vez he hecho cosas que no son las adecuadas o me he dado algún golpe. Puedo estar más o menos nervioso, pero no da tiempo a sentir miedo. Si se da el caso, significa que las condiciones no están aptas para tu nivel de vuelo. A veces sí que aterrizas y te tiemblan hasta las piernas», admite.
Un deporte seguro que requiere de responsabilidad, pero que asegura que es apto para gente de todas las edades. «Hay que tener habilidad y practicar muchas veces. No puedes ser un alocado», apunta.
«Te lo puedes tomar tranquilo o asumir riesgos. Tú le pones la emoción que quieras. Si sales al mediodía es más excitante, si vuelas a última hora, más relajante. El viento es como el agua, puedes ver un río de aguas bravas o en calma».
Sobre el club
El equipo tiene su origen en el antiguo club Torcal de Antequera, que terminó cesando su actividad en este espacio natural protegido. Se trasladó al Trabuco en torno al año 2.000, cambiando así su anterior denominación. En el club no enseñan a volar. Para ser integrante hay que cursar previamente una formación de varias semanas en una escuela federativa.
En la actualidad, está formado por una veintena de miembros, de los que cerca de la mitad participan en campeonatos. Aunque practican diferentes modalidades, solo compiten en precisión, clase reciente en nuestro país.
El club cuenta en su palmarés con multitud de títulos a nivel andaluz, nacional e internacional en diferentes categorías. Por ejemplo, hace tan solo un par de semanas quedaron primeros por equipos y por clubes en el Campeonato de España de Parapente Precisión.
Próximamente varios de sus deportistas comenzarán un circuito por Europa para acumular puntos y ser los mejores de España con el objetivo de clasificarse para el Mundial que tendrá lugar el próximo mes de octubre, mientras mantienen la esperanza de que el deporte que les apasiona llegue a las Olimpiadas.