La formación verde asegura la continuidad de un cancerbero con grandes aptitudes y, tanto dentro como fuera de la pista, contagia una admirable actitud de superación
El CD UMA Antequera avanza en la planificación de su plantilla. Una vez colocadas las dos primeras bases (Burrito y Alvarito) llega el momento de unirlas con un firme cerrojo que, además, tiene nombre y apellidos: Mario Almagro Ruiz. El portero, nacido en Madrid el 3 de enero de 1999, es el tercero en renovar la vinculación adquirida por primera vez la pasada temporada y apuesta por un nuevo e ilusionante proyecto en 2ª División.
Mario Almagro encajó a la perfección en el plantel verde desde un primer instante. Demostró, con sus paradas, que era el idóneo para asumir esa tarea de transmitir seguridad bajo palos en cada uno de los partidos. Un cancerbero de lo más completo. Siempre está bien colocado, es ágil y fuerte en sus desplazamientos y se agiganta ante sus adversarios para que estos tengan muy complicado el poder superarle.
En la recta final del último campeonato de Liga, en un entrenamiento, el guardameta madrileño sufrió un percance en su mano derecha y las pruebas médicas determinaron una fractura de escafoides.
El 9 de mayo pasó por el quirófano y su evolución ha sido extraordinaria, por lo que se incorporará a la pretemporada en óptimas condiciones para ser uno de los grandes referentes, dado su amplio bagaje entre el primer y segundo escalón del fútbol sala nacional en clubes como Rivas Futsal, Real Betis, Osasuna Magna e Industrias Santa Coloma.