Cuevas Bajas volvió a rendir homenaje el domingo a su Zanahoria Morá con la celebración de su fiesta grande, que este año ha cumplido dos décadas rodeada por cerca de 7000 visitantes.

Conocida como La Villa Morá, el municipio ha conseguido un gran reconocimiento gracias a esta celebración, que no busca otra cosa que rendir homenaje a uno de sus productos más autóctonos: la zanahoria morá, una hortaliza cuyo origen se remonta a al siglo XVI y que solo se cultiva en algunos rincones del mundo, entre los que se encuentra Cuevas Bajas. 

Con motivo de la efeméride, el municipio quiso destacar y ensalzar la figura de Francisco Artacho Jurado, más conocido como Paco de la Huerta Primera, que fue el impulsor de la siembra y aumento de la producción de Zanahoria Morá a finales del siglo XX, dedicándole el pregón. 

Tras ello, un gran número de actividades dieron forma a la fiesta, incluyendo diversas novedades a la altura de la celebración del aniversario. La jornada tuvo su inicio el domingo a las once de la mañana con la apertura del tradicional mercado en la calle Real, para dar paso al mural de Daniela Miazzo, con las historias de SúperMz y Juanita La Morá, embajadores de la oferta turística del municipio. 

El objetivo de esta iniciativa ha sido acercar la tradición del municipio y sus orígenes a los más pequeños, personificando la importancia que la zanahoria tiene para el pueblo de una forma más original. Talleres infantiles, torneos de realidad virtual, pasacalles y actuaciones musicales completaron la programación de este año, siendo uno de los platos principales el showcooking del restaurante Arxiduna y las degustaciones de migas con Zanahoria Morá.

Otra de las particularidades de la fiesta fue la llegada de los Molletes Moraos y Moraitos, con y sin gluten, respectivamente, para celebrar los 20 años de esta fiesta gastronómica. Los visitantes pudieron disfrutar de las riquezas culinarias de la zona, catando productos típicos de la región como son los molletes. 

Tradición, gastronomía y cultura se volvieron a dar la mano un año más en Cuevas Bajas para rendir homenaje a su producto por excelencia, que poco a poco se abre paso entre visitantes y curiosos y que ha conseguido hacer de esta fiesta, una cita obligada para los paladares más exigentes. 

Actividades paralelas

De forma paralela a la celebración de la Fiesta de la Zanahoria Morá, Cuevas Bajas puso en marcha como forma de preludio otras actividades el viernes 29 y sábado 30 de noviembre con la participación de la Instagramer GastroViajera y el chef Rubén Antón, que recopilaron recetas antiguas e innovaciones con zanahoria morá. 

Uno de los únicos pueblos productores de la zanahoria morá

Si tanto gusta la zanahoria morá en Cuevas Bajas es por lo que significa para el municipio; décadas de trabajo y vidas dedicadas al cultivo de esta hortaliza que se ha ido perdiendo con el tiempo. 

Pocas son ya las zonas en las que se impone el color púrpura, que con el paso del tiempo ha sido sustituido por el color anaranjado de la zanahoria tradicional. Con la celebración de esta fiesta, Cuevas Bajas busca frenar precisamente eso, rindiendo homenaje a un producto que significa más de lo que se puede llegar a pensar, convirtiéndose en una forma de vida entre los vecinos.