¿Vibrante y saludable o pesada y recargada? ¿Con cuál te identificas? Pesada, recargada, compleja, complicada. ¿Sabes? Es muy sencillo complicarse. Lo complejo es hacerlo sencillo. Piensa en esto, cuanto más simple y sencilla sea tu forma de alimentarte, más tiempo y energía liberarás ante ti. Cuanto más natural, fresca y cerca de la naturaleza, sea tu alimentación, más energía, vitalidad y claridad mental tendrás. Descuidar y maltratar tu cuerpo con productos que, “se comen”, pero no alimentan ni nutren, es un insulto, es una falta de respeto hacia ti mismo y hacia la inteligencia y sabiduría que habita dentro de ti. Piensa en esto, no porque “se coma” es bueno, nutritivo y saludable. Si eres de los que se dicen, “si fuese malo no lo venderían”, reflexiona sobre lo siguiente, ¿Cuántos productos, artículos, imágenes, etc., son expuestas cada día de forma legal ante tus ojos, creando, además, una necesidad de ello, sin ser realmente buenos, aconsejables, beneficiosos, respetuosos, etc.? De esta contradicción aflora una sabiduría que te lleva a un cambio de paradigma, te lleva a tomar conciencia de un nuevo estilo de alimentarte, de convertirlo en una nueva filosofía alimentaria. Acércate a lo que de verdad alimente tu cuerpo con una actitud reverencial.
Escrito por: Mari Carmen Doblado Algar.