¿Y si, en esa primera etapa de enamoramiento has hecho bien los deberes, has abierto bien los ojos, has “conocido” a la otra persona con sus luces y con sus sombras, en los momentos de serenidad y calma, pero sobre todo en los momentos de enfado, nerviosismo, ira, rabia y has descubierto que, realmente no encaja contigo? Ese, es el momento de tomar verdaderamente una decisión. Ese, es el momento en el que tienes que actuar desde la razón y no desde la necesidad ni desde la dependencia emocional.
La razón permite razonar, pensar, analizar. En ningún caso y bajo ningún concepto se trata de decir, “amo y ya está”, “me he enamorado y ya está”. Noooo, aunque duela, porque entonces no es amor, porque el amor de verdad no debe doler ni se “lucha”. Entonces se tratará de una adicción y dependencia emocional. Ojo con esto.
La primera vez que vulnera los principios básicos de autoestima, respeto y dignidad personal, traspasa tus límites y, “sabes profundamente que esa actitud no es negociable”, es el momento de saber que, no tienes que comprometerte.
Nunca debes decidir por sus palabras, sino por sus actos. No se trata de creer en lo que dice, se trata de observar, analizar y discernir lo que hace, su comportamiento.
Normalmente encuentras el amor que crees merecer y viene determinado por tu “nivel de merecimiento” “inconscientemente innato o aprendido”.
¿Estás listo para ver tu vida desde una nueva perspectiva?
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Mari Carmen Doblado Algar
“Coaching Emocional”
