Los vecinos del Sur del Torcal se vuelcan para ayudar a Cristóbal Morales con un evento benéfico

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La vida de Cristóbal Jesús Morales, un vecino de Antequera que dedicaba su vida a la ganadería, cambió de la noche a la mañana cuando, tras varias pruebas médicas y paseos interminables por los hospitales, llegó la respuesta a los males que llevaba arrastrando desde hacía algún tiempo. 

La palabra enfermedad entró con una fuerza que desestabilizó los cimientos de lo que hasta entonces era su vida. Una casa, un bebé, un día a día como el de cualquier otro muchacho que apenas rozaba los 29 años y que, sin embargo, se convertiría en un ejemplo de lucha y superación.

Así lo explica Teresa, su mujer, quién recuerda con una mezcla de emoción, tristeza y una fuerza ensordecedora cómo fue el comienzo de esta ardua enfermedad. “En el momento de su diagnóstico yo estaba a punto de dar a luz, entonces fue un momento de cambios e incertidumbre, porque por un lado estaba la alegría de tener a mi niña y por otro también estaba la preocupación por su enfermedad”, relata la vecina de Villanueva de la Concepción tras recordar el episodio del diagnóstico de su mielopatía, una afección crónica de la médula espinal. 

Pero en esos momentos de incertidumbre, Teresa se apoyó en una pequeña luz, que la acompañaba cuando todo parecía apagarse. Su hija, que con tan solo cuatro años y medio fue un ejemplo de madurez y fuerza incluso en los momentos más difíciles. “Cuando mi marido le explicaba que tenía que quedarse ingresado para unas pruebas, él no podía evitar emocionarse. Y ella, con una gran entereza, le mostraba una sonrisa tranquilizadora que acababa con un vale papá, pero sin llorar. Esas palabras de una niña con tan solo cuatro años y medio no se nos olvida”, confiesa con emoción su madre. 

Cuándo Cristóbal fue tratado, en un principio pudo continuar su vida con muletas, que rápidamente dieron paso al carrito y a la silla de ruedas, con la que lleva unos quince años. “La vida no es fácil, pero seguimos luchando”, comparte Teresa, quién celebra que,  desde hace algún tiempo, Cristóbal asiste a un terapeuta ocupacional en Málaga que le está ayudando de forma notable, aunque las sesiones son muy caras y difíciles de sufragar.

Es por ello que, para mejorar su autonomía y poder hacerle la vida un poco más sencilla a él y su familia,  la Asociación Cultural ‘El Cerro’ Villa del Torcal ha decidido poner en marcha un evento benéfico que tendrá lugar el próximo 29 de marzo, con el objetivo de conseguir fondos para un vehículo adaptado y ayudar en el coste de sus sesiones de terapia y los gastos asociados.

Una ola de solidaridad que ha sido respaldada por todos los vecinos de la zona, quienes no han dudado un segundo en volcarse por la causa. Así lo explica Antonio Antunez, vicepresidente de la asociación. “Desde la Asociación hemos decidido, con el consentimiento de él,  hacer una fiesta para recaudar fondos y esperamos ayudar en todo lo que podamos”.

Por su parte, Miguel, también miembro del colectivo, desgrana los detalles del evento, que tendrá lugar el próximo 29 de marzo a partir de las nueve de la mañana, dónde vecinos y visitantes podrán disfrutar de una amplia programación de actividades mientras colaboran.

“Estaremos todo el día allí, en ese ambiente fiestero, comiendo y teniendo como principal protagonista a nuestro amigo Cristóbal, ya que todo lo recaudado será destinado a él y a sus gastos”, comparte.

El evento comenzará con un desayuno solidario, en el que se espera la llegada de unos 120 moteros y ciclistas, que modificarán su ruta para poder hacer parada en la actividad. Además, durante todo el día se ofrecerán diversos platos típicos como chivo malagueño, paella y buñuelos con chocolate, todo a precios populares.

Otro de los momentos más especiales de la jornada será la competición de tiro con honda, una tradición que los cabreros y ganaderos de la zona han querido recuperar en homenaje a Cristóbal, quien dedicó parte de su vida al campo y la ganadería. 

El encuentro continuará con las actuaciones de las siete pandas de verdiales que por el momento están confirmadas, aunque se estima que puedan ser más.

Lucha, superación y constancia

Con tan solo 45 años, Cristóbal ya conoce lo que es ponerse el escudo de guerrero y luchar contra todo y junto a todos, siempre de la mano de su familia y del amor de su vida, Teresa, celebrando los avances y llorando las derrotas, paso a paso, pero siempre juntos.

 

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