El color verde esperanza tiñó las calles de la ciudad de los Dólmenes en un Lunes Santo en el que la lluvia volvió a dar tregua. Los Estudiantes dieron paso al segundo día de la Semana Mayor con un tiempo que, pese a que se presentó soleado en un principio, poco a poco se fue tornando más gris, lo que hizo peligrar la salida procesional con algunas las gotas caídas entrada la noche.
Pese a ello, el paso transcurrió sin ningún tipo de incidente, pudiéndose disfrutar de forma plena del Lunes de Pasión.
Antequera se rinde a él con la Cofradía de los Estudiantes, cuyo origen data de 1959, cuando un grupo de entusiastas y jóvenes estudiantes antequeranos deciden reorganizar y darle vida a esta antigua archicofradía, que tiene una gran repercusión entre los devotos de la zona.
Así, la ciudad de Los Dólmenes volvió a colmarse de fe con los pasos de los jóvenes estudiantes antequeranos, que se dieron cita en el Real Monasterio de San Zoilo para celebrar la tradicional misa, que fue seguida del Desfile de Armadillas a las cinco y media de la tarde. El momento más esperado de la jornada llegaría con la salida procesional, que recorrió las principales calles de la localidad: Iglesia de San Francisco, Plazuela San Zoilo, Acera Alta, Plaza de San Francisco, Calzada, Plaza de las Descalzas y Encarnación.
El paso continuó por la Plaza San Sebastián y atravesó la concurrida Infante Don Fernando, San Luis, Cantareros, Madre de Dios, Lucena, Duranes, Plaza San Francisco, Plazuela de San Zoilo y su templo. El encierro tuvo lugar rozando la madrugada, en torno a las doce de la noche.
Fueron miles los fieles y devotos que acompañaron a las imágenes del Santo Cristo Verde, Ntra. Sra. de la Santa Vera-Cruz y el Nazareno de la Sangre a su paso por la ciudad y que pudieron ser partícipes de los importantes estrenos de la Cofradía. La Virgen lució el nuevo bordado de la bambalina lateral exterior de su trono, que no dejó indiferente a nadie, así como los siete juegos de dalmáticas bordadas.
Por su parte, el Nazareno de la Sangre pudo hacer gala del nuevo suelo de su trono, obra de Ángel Sarmiento y Alejandro Naranjo.
Otro de los elementos más característicos del Lunes Santo antequerano, y que tampoco defraudó en esta ocasión, fue el gran acompañamiento musical a manos de la Banda de Cornetas y Tambores de la Vera-Cruz de Almogía, que acompañó al Nazareno de la Sangre, la Banda de música de la cofradía del Rocío de Málaga, tras el Santo Cristo Verde, y la Banda de música de la Vera-Cruz de Almogía, que se encargó de brindar el sentimiento al paso de la Dolorosa Virgen de la Santa Vera-Cruz, imagen de candelero de expresivo rostro y gran belleza.
Los devotos despidieron de la mejor forma este Lunes de Pasión, con un sentimiento especial debido a la celebración de los 500 años de historia de la Cofradía de la Vera cruz en Antequera, que marcaría el origen de la actual Archicofradía de Los Estudiantes.