
La cabecera de la comarca de Guadalteba volvió a reunir este fin de semana lo mejor del sector porcino andaluz, estrechamente vinculado a la histórica tradición económica e industrial existente en la ciudad
Campillos mantiene una profunda y estrecha vinculación con la agricultura y la ganadería, especialmente con la cría del cerdo, una actividad que forma parte de su identidad más arraigada. El cultivo del olivar y la producción de jamón y aceite son pilares fundamentales de su economía y auténticos símbolos de la localidad.
Gracias a su orografía predominantemente llana, cubierta por extensos olivares y campos de cereal, el municipio cuenta con una importante cabaña porcina que sustenta una tradición agroganadera transmitida de generación en generación y que este pasado domingo volvió a celebrarse con orgullo en la Feria del Jamón.
Un compendio de lo mejor del sector agroalimentario, ganadero y porcino de la región que, en un solo día, volvió a reunir en la cabecera de la comarca de Guadalteba a más de medio centenar de empresas artesanas que no solo pusieron a la venta su gran variedad de productos derivados del cerdo, sino también degustaciones y raciones para su consumo directo. Todo un deleite para los cinco sentidos y para los amantes del jamón, el salchichón, el chorizo o la morcilla, que se vieron irremediablemente atraídos por esta Fiesta de Singularidad Turística Provincial que batió todos los récords con más de 17.000 visitantes, según cifras del Ayuntamiento.
«El jamón es la estrella de la feria en la que se refleja el afianzamiento del entramado económico e industrial porcino que existe en nuestra localidad y que da empleo a cientos de personas, sin embargo esta feria es mucho más, es un mercado de productos tradicionales de toda Andalucía», valoró el alcalde, Daniel Gómez.
Además de productos porcinos, los asistentes también pudieron adquirir otros alimentos típicos de la zona, como el queso o el aceite de oliva, así como dulces y otros artículos ecológicos. Como viene siendo habitual, la Hermandad de La Pollinica estuvo a cargo del servicio de barra del evento, en el que ofrecieron más comida y bebida.
En Embutidos Abuela Loli, de Alhaurín el Grande, habían perdido la cuenta de los años que llevaban participando en la feria, aunque calculaban que eran, al menos, una década. «Este tipo de eventos nos ayudaban a darnos a conocer, y muchas de nuestras ventas venían directamente de esta feria, que era una auténtica maravilla», comentaron.
Desde Luque (Córdoba) también acudían cada año con entusiasmo. «La Feria del Jamón de Campillos era una oportunidad magnífica para promocionar nuestros productos entre un público nuevo, además de servir como escaparate para este y otros pueblos participantes», destacaron.
En Hermanos Zamora, de Los Corrales, presumían tanto de sus productos como de sus cortadores de jamón. «Con eventos como este fomentábamos el comercio local, que era lo que realmente nos mantenía», afirmaron.
Por su parte, desde Aceites Garo, también de la zona, subrayaron la buena experiencia vivida el año anterior: «El año pasado fue un éxito; nos dimos mucho a conocer y por eso este año volvimos a participar».
El evento, además de ser un gran escaparate para los comerciantes, también lo es para este pueblo de 8.000 habitantes, que una vez más aprovechó la oportunidad para promocionar y presumir de su patrimonio natural y monumental con recorridos en tren turístico por el casco histórico, visitas al Centro de Interpretación de la Reserva Natural Lagunas de Campillos y la apertura de iglesias y casas hermandad.
Durante la jornada también hubo espacio para los más pequeños, que pudieron disfrutar y pasar el día en la zona infantil habilitada en el mismo parque, con pintacaras y globoflexia, además de inscribirse en el servicio de ludoteca que se prestó en el salón de exposiciones del ayuntamiento.
El día estuvo amenizado con música hasta bien entrada la tarde, lo que puso el broche final a la décimo séptima edición de la Feria del Jamón y Productos Derivados del Cerdo de Campillos.
Este año, como novedad, también se organizaron varias actividades en la jornada del sábado. Una masterclass para aprender a cortar jamón, una cata de vinos a cargo de Bodegas Carpe Diem y diversas actuaciones musicales. «Esta extensión a dos días no solo busca atender a un público más amplio, sino también animar a los visitantes a pernoctar en nuestro pueblo, generando así un mayor retorno económico para los comercios locales de Campillos y Guadalteba», explicó el primer edil.






