Cary Fukunaga
demostró ser un gran cineasta con la estupenda primera temporada de la serie
True Detective, y con su siguiente trabajo, Beasts of no nation, vuelve a dejar
constancia de que su obra debe seguirse de cerca.
La película
nos cuenta la historia de un niño africano metido de lleno en mitad de una
cruel guerra civil, viéndose obligado a convertirse en soldado, empuñar armas,
matar y, en definitiva, perder su infancia.

En Beasts of
no nation encontramos algunas de las principales características que Fukunaga
hizo destacar en True Detective, tales como una preciosa  fotografía, unas grandes interpretaciones, la
habilidad de captar la atención del espectador y una verdadera maestría tras la
cámara, rodando las secuencias, de acción o no, con pulso firme, elegancia y,
cuando la situación lo requiere, brutalidad. Y cuando hablo de brutalidad no me
refiero a la violencia que muestran algunas escenas, sino a que el terrible
drama que refleja la película es algo real que ocurre a diario en ciertas
partes del planeta. No es que Beasts of no nation intente concienciar a la
gente ni dar un discurso antibélico (bueno, eso también), pero sí mostrar las
cosas tal y como son, sin edulcorantes ni finales felices. Un solo asesinato en
esta película impacta más que cien en cualquier película de acción estándar.
En cuanto al
reparto, todos los actores están espléndidos, aunque el único rostro conocido
es el de Idris Elba, quien, con una interpretación que quita el hipo, da vida a
un militar violento y consumido por la guerra. Un personaje que, en concepto,
recuerda al Coronel Kurtz en Apocalypse Now; una persona que ha perdido la
humanidad. Alguien por cuyas venas no fluye sangre, sino guerra.
Beasts of no nation es, en resumen, una
película que vale la pena ver.
TRAILER

https://www.youtube.com/watch?v=i8_SB8G7VVo

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