El Palacio de los Condes de la Gabia de Granada acoge la exposición Iuxta Crucem

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Información remitida por Javier García Quintana

El Palacio de los Condes de Gabia acoge hasta el próximo 17 de mayo la exposición Iuxta Crucem sobre arte e iconografía de la Pasión de Cristo en la Granada Moderna (siglos XVI-XVIII), con casi medio centenar de obras, granadinas sobre todo pero también de otras procedencias especialmente flamencas e italianas. Han sido cedidas para la ocasión por el Arzobispado en su mayoría y por instituciones civiles y colecciones particulares.

La muestra reúne joyas pictóricas que van desde La Oración en el Huerto de Fray Juan Sánchez Cotán a un Nazareno obra de Juan de Sevilla, procedente de la parroquia de Santos Justo y Pastor, un Crucificado de Alonso Cano, o la pequeña tabla de Calvario de la Abadía del Sacromonte. Además hay piezas de orfebrería como la magna cruz parroquial de Santa Fe, de la segunda mitad del siglo XVI, bustos como el de la Dolorosa de José de Mora, y esculturas de Pablo de Rojas como el impresionante Crucificado del Seminario Mayor, y el Nazareno de la basílica de las Angustias, encargado hacia 1584 con fines procesionales, o una representación de la Flagelación de Alonso de Mena.

En dicha muestra se permite contextualizar a Granada como un centro abierto y receptor de las principales tendencias de cada momento gracias a la permanente importación de obras llegadas de los principales centros artísticos nacionales, europeos y americanos.

El historiador Lázaro Gila vuelve a Condes de Gabia para comisariar esta exposición que, bajo el lema Iuxta Crucem (junto a la Cruz), se divide en tres grandes secciones. Las dos primeras se dividen, tomando prestado el título de las series grabadas de Alberto Durero, en La Gran Pasión y La Pequeña Pasión. En ellas se establece un desarrollo temporal del relato de la Pasión de Jesús agrupando las obras en función de su tamaño. Este impulso narrativo se detiene en la última sección, dedicada a uno de los géneros granadinos por excelencia, el de los bustos del Ecce Homo y Mater Dolorosa, con un importante elenco de obras de los más afamados maestros del Barroco andaluz.

La exposición finaliza con cuatro bustos, tres eccehomos y una Dolorosa, que son “sin duda, obra de José de Mora, el más sublime y dotado miembro de esa compleja familia de escultores de origen mallorquín”.

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