El Ayuntamiento de Antequera concluye los trabajos de conservación y puesta en valor de las Termas Romanas de Santa María, que se han llevado a cabo durante los últimos meses a través del Programa de Empleo Joven bajo la coordinación y dirección del Centro Municipal de Patrimonio Histórico.

Este yacimiento arqueológico, situado en pleno casco histórico de la ciudad junto a la Colegiata de Santa María, supuso en su día la primera prueba fehaciente de la ubicación de la ciudad romana de Anticaria bajo el actual casco urbano. Los trabajos de excavación comenzaron en 1988, como consecuencia de los movimientos de tierra previos a la urbanización de un solar, desarrollándose los mismos hasta 1991 a cargo del módulo de Arqueología de la Escuela Taller de Antequera, según informaron fuentes municipales. 
En este sentido, se tratan de las termas públicas romanas del antiguo municipio. Estuvieron en funcionamiento desde la segunda mitad del siglo I d. C. hasta bien entrado el siglo V, sufriendo una reestructuración y unas reparaciones importantes en el siglo III. En las estructuras pueden apreciarse los distintos ambientes termales característicos de la Antigüedad: piscinas de agua fría, templada y caliente, además del vestuario principal y de las letrinas. Desde 1991 las termas no habían sido objeto de ningún tipo de intervención, con lo que algunas de sus estructuras estaban a punto de desaparecer.
Desde el Centro Municipal de Patrimonio Histórico se ha optado por realizar unas réplicas, a escala real, de los mosaicos que se descubrieron durante la excavación y que han sido instalados “in situ”. Fuentes municipales informan que con esta medida resuelven el problema de conservación de los pavimentos, los mantiene aislados de los agentes atmosféricos y evitan que sean objeto de actos vandálicos. 
La arquitecta técnica María José Cortés Anaya ha sido la responsable de la restitución infográfica de estos mosaicos, cuyos archivos se imprimieron sobre lonas de rejilla de poliéster recubiertas de PVC, ignífugas, que presentan una resistencia térmica que oscila entre los – 30 ºC a los +70 ºC.
“Hemos conseguido actuar en unos restos arqueológicos que han estado casi un cuarto de siglo sin ser objeto de ninguna intervención de mejora, por lo que conseguimos un atractivo más que complete la oferta turística patrimonial de la ciudad en pleno casco histórico jun- to a la Real Colegiata de Santa María”, indicó el alcalde de Antequera, Manolo Barón.