Estamos en la época más difícil para conducir ya que pueden suponer las situaciones de peligro, si no también por los especiales cuidados que requiere el vehículo si queremos mantenerlo en perfectas condiciones.

De hecho, además del mantenimiento del que vamos a hablar es importante considerar determinadas actuaciones que nos permitirán circular con mayor seguridad, como es el caso de llevar el depósito lleno o conducir en la medida posible sin abrigo, aunque llevandolo siempre dentro del coche por cualquier circunstacia adversa que pueda ocurrir. Del mismo modo, llevar el teléfono con suficiente carga de batería. Aunque realicemos de manera habitual recorridos sencillos y por zonas urbanas, nunca estará de más llevar unas cadenas en el vehículo. Cuando la climatología que encontremos por nuestro lugares de paso es más drástica, recomendamos entonces optar por los neumáticos de invierno. Un neumático de invierno es aquel que permite circular con mayor seguridad con lluvia, nieve e incluso cuando simplemente la temperatura ambiente sea inferior a los 7 grados centígrados.


Lo siguiente que veremos son los líquidos anticongelante/refrigerante, que la funcion de estos son la de mantener el motor funcionando a unas temperaturas adecuadas que eviten su posible deterioro por defecto o exceso de temperaturas de trabajo. Además de estas capacidades de los líquidos anticongelante/refrigerante ha de contar con determinados anticorrosivos que eviten dañar el motor.

Otro caso son las baterías ¿Cuantas veces hemos girado la llave de contacto esperando a oír el motor de arranque y casi no se encienden no las luces del salpicadero? La batería se ha descargado y, en el peor de los casos, ha «muerto». En invierno, los grandes cambios de temperatura de trabajo y las largas temporadas a varios grados bajo cero no le hacen ningún bien a la encargada de llevar electricidad al corazón del vehículo, pudiéndose dar el caso de sulfataciones que deterioren de gravedad a este componente. Por ello es muy conveniente realizar un pequeño mantenimiento de las mismas.

Para finalizar, otro de los clásicos del invierno es la aparición de hielo en el parabrisas. Muchos conductores esparcen por encima del hielo agua caliente y en nada de tiempo deshace el manto blanco y mejora drásticamente la visibilidad. Esta solución tiene como gravísimo inconveniente la posibilildad de romper la luna delantera como consecuencia del cambio brusco de temperatura. Una de las alternativas es la de tener como costumbre dejar un simple papel de periódico entre el limpiaparabrisas y el cristal. Con esta acción evitarás que la goma de los limpias quede pegada a la luna, además de proporcionar una protección a esta última que probablemente evite la formación  del hielo. Pero si no quieres ir guardando papeles de periódico diariamente bastará con que levantes los limpias cada vez que dejes el vehículo en una zona muy fría, lleves un rascador y utilices un líquido limpiacristales con anticongelante. Con esta segunda opción podrás combinar la acción del líquido con el rascador para quitar el hielo con mucha facilidad y sin peligro de romper el cristal.

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