He disfrutado leyendo la editorial del Director del periódico Viva Centro de Andalucía, Cristóbal Rivero, titulada “La Antequera más humana” donde señala las actividades solidarias que se desarrollan en nuestra ciudad. Para mí, otro signo de este desarrollo de la conciencia social de la “Ciudad de las iglesias” ha sido el que «Podemos” obtuviera en nuestro municipio más de 700 votos en las últimas elecciones. Pero no pretendo herir la sensibilidad de nadie.

Hace unos meses el celebre pensador español José Luis Sanpedro escribía: “Yo no puedo decir que otro mundo es posible, como hoy se repite, sino que otro mundo es seguro”. Se va gestando un nuevo modelo de sociedad, tardará años o décadas, pero vendrá. Pensemos que los cambios de paradigma son muy lentos. Pero al final se realizan.

Un ejemplo muy ilustrativo: en el siglo tercero A.C. el pensador griego Aristarco descubrió que la tierra era redonda y que giraba alrededor del sol. Por aquella época se llegó a medir con fórmulas matemáticas el diámetro de la tierra. Se equivocaron solo en unos 20 Km. Pero estaba tan enraizado el geocentrismo (avalado por Ptolomeo y la ciencia de entonces, incluso por la Biblia) que la teoría de Aristarco tardó 20 siglos en admitirse. Con los estudios de Copérnico, Galileo y Newton se consiguió, por fin, el cambio de paradigma.

Esperamos que el nuevo paradigma o modelo de sociedad con sus cambios sociales y políticos tarde menos siglos en hacerse realidad. En un contexto de deterioro socioeconómico y de crisis institucional, los movimientos sociales actuales, tanto a nivel global como en la realidad española, se están erigiendo en un actor clave que demanda una mayor democracia y una mayor justicia social. Dentro de estos movimientos hemos de incluir a “Podemos” y otros colectivos que propugnan fundamentalmente cinco propuestas que les esbozo muy brevemente:

1.- Frente a la democracia de baja intensidad se defiende una mayor participación ciudadana y una democracia radical. La crisis financiera además de las terribles consecuencias que está generando en la población, está socavando los mismos cimientos de la democracia. Necesitamos una democracia desde abajo, horizontal y que busque la satisfacción conjunta de necesidades. Hemos de buscar la participación ciudadana a todos los niveles para solucionar todos los problemas de la vida cotidiana.

2.- Frente a la deuda y el déficit fiscal, se apuesta por las auditorias ciudadanas de la deuda y una fiscalidad justa. Que el coste de la crisis no recaiga siempre sobre los más débiles.

3.- Frente a la mercantilización de la vida cotidiana, defienden los bienes comunes y la soberanía alimentaria. Esta soberanía significa el derecho de los individuos, pueblos y comunidades a definir sus políticas y estrategias agrícolas y alimentarias para la producción y distribución sostenibles de alimentos. Decisiones económicas que han de tomar los pueblos y no los mercados.

4.- Repensar el trabajo. Repartir salarios, empleo, renta básica y el reconocimiento de los trabajos in visibilizados (como el trabajo del ama de casa).

5.- Combatir la crisis ecológica que está deteriorando al planeta. El crecimiento sin límites no es posible.

Sin duda que otro mundo es posible y necesario. Los nuevos movimientos sociales apuntan en esa dirección. Por eso son tan criticados e injuriados por aquellos a los que no les interesa otro mundo porque viven confortablemente instalados en el presente.

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