[OPINIÓN] ‘LA REPÚBLICA NO ABDICA’ por Juan Manuel Atero

La abdicación del rey ha reavivado el debate sobre el modelo de Estado. Una abdicación a todas luces precipitada por las elecciones europeas y por el temblor que estas provocaron en los cimientos del bipartidismo. A las pocas horas del anuncio cientos de personas salieron a las calles reclamando un referéndum y las redes sociales echaban humo con debates sobre si Felipe “El Impuesto” o la III República.

 

Las tesis de quienes abogan por mantener la institución anacrónica de la Monarquía son de sobra conocidos por repetidos en los medios hasta la saciedad: la figura apartidista, la estabilidad, la Constitución, etc.

Por el contrario los argumentos a favor de la República para España se podrían resumir en uno solo: más y mejor democracia. El mero hecho de que el puesto de Jefe del Estado sea elegido mediante unas elecciones hace más democrático el esqueleto del mismo. Y también, subyace en el modelo republicano superar la democracia meramente representativa para que la ciudadanía tenga mayor protagonismo en las decisiones.

Se suma en cierta manera a este debate nuestro alcalde, olvidando que lo es también de los republicanos y republicanas de Antequera, y publica un bando cortesano y hagiográfico en el que dice creer interpretar el sentir de los ciudadanos hacia el Jefe de Estado. De menos a más, porque se va creciendo en halagos, el escrito en cuestión repasa las “grandes hazañas” del rey y lo encumbra hasta convertirlo prácticamente en el único partícipe del advenimiento de la democracia a nuestro país. Olvida el alcalde, el más importante de los actores para que llegara la nueva etapa democrática, que no es otro que el pueblo, el verdadero soberano. Y obvia las sombras, nubarrones en la última etapa, de este reinado.

Con todo ello el grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Antequera presentará en el próximo pleno que se ha de celebrar en este mes de Junio, la petición al Gobierno de convocatoria de referéndum para cuestionar a la población sobre la Jefatura del Estado. Aunque los sectores inmovilistas, por monárquicos, se apropien de la Constitución, esta misma contempla la posibilidad del referéndum en cuestiones de “especial trascendencia”.

Ojalá el bipartidismo, que parece que no ha tomado nota de lo sucedido en los últimos comicios, deje de hacer caso omiso a buena parte de la ciudadanía y supere ese miedo atávico a que los hombres y mujeres decidan, más allá de las elecciones cada cuatro años, sobre el rumbo que ha de tomar este país.