Han llegado las ansiadas vacaciones de verano, un tiempo que todos esperamos con gran deseo, y en especial los más pequeños. Por norma este es un periodo que genera bastante descontrol en los hábitos de todos, ya que cambiamos los horarios y rutinas y la casa se convierte en un descontrol total. Los padres, un tanto desesperados, se plantean que es lo mejor para sus hijos.

Estar de vacaciones no significa no hacer nada, sino mas bien cambiar de actividad. Los niños necesitan descansar….de acuerdo; pero tampoco es cuestión de tirarse tres meses sin dar golpe, no olvidemos que su responsabilidad principal recae sobre el estudio, y los niños tienen una enorme capacidad de desconectar, la noción del tiempo no es igual en niños que en adultos, es por este motivo por el cual no es para nada recomendable, desconectar durante un periodo tan largo de tiempo de la actividad primordial de sus vidas, además de romper totalmente con su ritmo de trabajo y aprendizaje conseguido durante todo un año de esfuerzo. Se trata de hacerles comprender que el tiempo libre no es un tiempo “para no hacer nada”, es un momento óptimo para educar en el ocio además de repasar los conceptos aprendidos.

Conviene dejar que los niños se desfoguen 8 o 10 días. Y después llegó el momento de establecer un plan, una distribución de tiempo, una propuesta de actividades.

Por otro lado y no menos importante, se encuentra el tiempo de ocio y diversión. Durante el curso no siempre tenemos el tiempo que quisiéramos para nuestros hijos,ahora se nos ofrece la oportunidad de realizar muchas actividades que permiten a padres e hijos dedicar una parte del verano a divertirse juntos y unen muchísimo los lazos afectivos.Organizándonos de forma adecuada nos dará tiempo para todo lo que nos propongamos, además de que un tiempo bien planificado es un tiempo bien exprimido.

Disfrute de nuestro próximo artículo el martes 3 de diciembre a la misma hora. 

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