El otro día, en una feria en Málaga, probé un coche eléctrico. Fue impresionante, más rápido, más potente y sobre todo más silencioso que un coche de gasolina o gasoil. La furgoneta de la marca que los comercializaba se tiraba todo el día circulando de un lado a otro de la ciudad sin agotar sus baterías. ¿Qué están esperando para comercializar estos vehículos de energía más barata y ecológica? ¿Será, como siempre, que lo impide el lobby de las petroleras? ¿Qué pasaría si todos los camiones y furgonetas cambiaran sus motores por eléctricos? Bajaría el precio de absolutamente todo. Porque los costes de transporte y distribución disminuirían considerablemente por ser una energía notablemente más barata.

Claro que ello supone una gran inversión en I + D y las arcas del Estado están, por las obras faraónicas del pasado y los desfalcos de unos y otros del presente, prácticamente vacías. Pues señores gestores de lo público, dediquen a ello el presupuesto de un año de AVE. No digo no terminar estas líneas ferroviarias, sólo retrasarlas un año. Se trata de anteponer el beneficio de la totalidad de la población ante la de unos pocos con posibilidades económicas y prisa.

Posiblemente, si las fábricas de vehículos tan duramente azotadas por la crisis, se dedicaran a fabricar estos motores salgan de su triste agonía. Y si la cosa funciona quizás imiten el modelo los países vecinos y nuestras fábricas exportarían sus motores. Las gasolineras serían también electrolineras, se les cambia las baterías al camión y carretera y manta. Posiblemente se generarían más puestos de trabajo. Además si el frenado de estos vehículos se canaliza a dinamos eléctricas se recargan las baterías. Un camión que cruza el puerto de Despeñaperros recuperaría gran parte de la energía consumida en la subida, con el frenado en la bajada.

Será una idea disparatada como el chupa chups o la fregona, pero aquí la dejo. Señores del gobierno, está más que claro que las fórmulas ortodoxas ya no funcionan. Nuevos tiempos requieren nuevas respuestas, imaginativas, ingeniosas, intuitivas.

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