El alcalde de Antequera, junto a los concejales José Ramón Carmona, María Dolores Gómez y Juan Álvarez han presentado las obras que se están realizando en la Iglesia de San Juan Evangelista y que empezaron el pasado lunes. Estas obras darán trabajo a 25 personas de manera temporal y cuenta con un presupuesto total de 108.327,75 euros.


De esta manera, las obras de la Iglesia de San Juan cuentan con dos fases. Por un lado se realizará la mejora de la plaza, que incluye eliminación de tantos árboles como había, quedando sólo 3 de los 7 naranjos que había, la eliminación de barreras arquitectónicas con la creación de una rampa de granito que facilite el acceso a la plaza, así como la construcción de una fuente nazarí para recordar los orígenes árabes de este barrio, uno de los más antiguos de la ciudad. Estas obras forman parte del programa PROFEA que también cuenta con más actuaciones en la ciudad.

La segunda fase de estas obras la constituye la restauración de la fachada y la recuperación, tanto de la puerta principal como de la imaginería con que cuenta la misma. Esta segunda parte, a pesar de ser en el mismo recinto, no forman parte del programa PROFEA, por lo que se realizará por parte del área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento con un presupuesto municipal de 32.000 euros.

La Iglesia de San Juan fue creada en el año 1582 y está situado en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, es por ello que su fachada principal cuenta actualmente con un aspecto realmente deteriorado, donde se pueden observar restos de carbonato cálcico, material que se ponía a los edificios antiguamente bajo la falsa creencia de que ayudaban a proteger sanitariamente ante plagas o epidemias pero que, en realidad, no ha hecho más que dañar los elementos ornamentales de la fachada. 

Tal y como ha destacado Antonio Villalón, arquitecto municipal, dado que en esa zona confluyen las aguas de descorrentía, a lo largo de los años se han ido acumulando escombros y detritus que han provocado que tanto la puerta principal como la lateral quedarán tapiadas. Esto constituye uno de los objetivos de las obras, la recuperación de la puerta principal, lo que precisará bajar la cota del suelo de la plaza hasta encontrar la puerta completa. Esto además, lleva aparejado la desviación del saneamiento que actualmente atraviesa la plaza hacia la nueva infraestructura hidráulica que se hizo en la Cuesta Real.
Tanto el alcalde como José Ramón Carmona han finalizado destacando la gran importancia que tiene esta obra, debido tanto a la gran demanda de los vecinos del barrio, como a la importancia desde un punto de vista arquitectónico, de manera que se puede considerar «una de las obras emblemáticas de este mandato».

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