Tres generaciones de pequeños alamedanos han dado para sembrar cerca de un centenar de pinos y repoblar parte del Parque de Camorrillo en una iniciativa que pretende crear un vínculo e involucrar a los niños desde bebés con el medio ambiente
Dicen que aprender las cosas desde pequeños, siempre es mejor. Siendo así, los niños de Alameda van a respetar y cuidar el medio ambiente cada vez que se acuerden del día en que ellos mismos plantaron el que es, seguramente, el primer árbol de su vida, con la ayuda de las personas que más les quieren en el mundo: sus familias.
‘Un árbol por cada nacimiento’ es la nueva iniciativa que la Fundación Savia, entidad rural sin ánimo de lucro, ha promovido con el objetivo de crear un vínculo entre los niños y la naturaleza mediante la plantación de un árbol. Propuesta que cuando llegó al Ayuntamiento de Alameda fue aprobada por unanimidad pues «todos los grupos políticos recibieron de agrado esta magnífica idea», apuntan los concejales de Medio Ambiente y Urbanismo, Jesús Gallardo y Mari Tere Ávila.
Desde ese momento, publicaron un comunicado en el que pedían el contacto de todas las familias con niños nacidos entre 2018, 2019 y 2020, tres generaciones con las que se han conseguido plantar cerca de un centenar de árboles en el Parque del Camorrillo, situado aproximadamente a un kilómetro del pueblo. Concretamente, se han sembrado pinos piñoneros, una conífera de hoja perenne natural autóctona de la cuenca del Mediterráneo que resiste muy bien la sequía, pero que agradece recibir agua de vez en cuando.
Es por ello que desde este momento cada familia tiene que encargarse de regar su pino, entre una y dos veces por semana, y cuidarlo «para que se mantenga una conexión real entre el árbol y el niño, que no sea plantarlo y desentenderse». De hecho, cada pino lleva consigo una etiqueta con el nombre de cada niño “para que también puedan identificarlo estas primeras semanas cuando vayan a regarlos”.
Al mismo tiempo que se involucra a los niños con el medio ambiente desde pequeños, se ha conseguido reforestar este campo de alrededor del pueblo «donde antes no había mucha vegetación».
Los pinos, adquiridos por el Consistorio, han sido comprados en el comercio local con una inversión aproximada de mil euros, pues desde el Ayuntamiento reafirman su compromiso de consumir siempre que se pueda en el pueblo para reactivar la economía local y apoyar a los empresarios y autónomos que han resultado tan perjudicados en esta pandemia.
La iniciativa ha tenido tan buen recibimiento «que es la primera vez que la hacemos, pero no será la última», ya que irán ampliando generaciones. «Mucha gente de otros años nos ha llamado diciendo que también querían participar, por lo que incluiremos los niños de 2016 y 2017 juntos con los que nazcan en 2021 para conseguir al menos otros 100 árboles más”, explican desde el Ayuntamiento, quienes esperan que los árboles crezcan tan saludables como todos los niños de Alameda.