Representación de la obra Alicia en el País de las Maravillas en el Teatro Torcal de Antequera.

“¡Alicia!”, grita una niña rubia a las puertas del Teatro Torcal de Antequera. No, su amiga se llama Rocío. Lo que ella busca está detrás de la cortina. En otra dimensión, en el país de las Maravillas, donde numerosos niños disfrutaron del regreso de Alicia. Ella, junto al Sobrero Loco, el Conejo Blanco y la Reina devolvió la diversión a una nación que, sin ella, estaba aburrida. El Sobrero Loco se encargó de devolverle la memoria. Una pócima de colores fue la solución.

La Reina de Corazones prohibió la diversión en El País de las Maravillas. Ante esta situación, el Gato Risón y el Conejo Blanco se vieron obligado a llamar a la única persona que es capaz de hacer que el reloj de la Muchosidad vuelva a funcionar. Y esa persona tenía nombre propio: Alicia, representada por Belén López.

La obra, puesta en escena el domingo 5 de noviembre, abordó el desarrollo de la personalidad de cada persona, sin importar las capacidades que puedan llegar a tener. “Se convierte así en un símil al bullying que se pueden sufrir en cualquier edad, sencillamente por ser diferente: un niño que no juega al fútbol y una niña que sí lo hace, un joven con algún tipo de capacidad diversa, ya sea mental o física, o sencillamente por una visión distinta del mundo”, señalaron desde la productora responsable, ‘La Chochera Cabaret’.

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