El único que no pudo procesionar fue el Cristo de la Columna

Terminó la espera para Archidona, que tras dos años vuelve a vivir como nunca antes su Semana Santa. Todo ello en un marco en el que la Agrupación de Cofradías de Archidona se encamina hacia sus 100 años de historia, siendo así la segunda agrupación más antigua de España, tras la de Málaga capital.

Las Casas Hermandad por fin se abrieron y la Plaza Ochavada volvió a ser lugar de encuentro entre devotos y cofrades con sus Sagrados Titulares. La Pollinica, El Huerto, El Nazareno, El Dulce Nombre, La Humildad y La Soledad llenaron las calles de olor a incienso, cera, flores y golpes de campana en uno de los eventos más emocionantes y bonitos del pueblo, que atrajo a miles y miles de visitantes.

Las ramas de palmeras volvieron a acompañar al Padre Jesús en su Entrada en Jerusalén y a Nuestra Señora de la Victoria durante el cortejo procesional del Domingo de Ramos que salió a las cinco y media desde la Iglesia de la Victoria, dirección calle Nueva, Empedrada, Don Carlos, Estación y Carrera, hasta llegar de nuevo a la sede.

No hubo suerte para el Cristo de la Columna, que se quedó sin salir a causa de la lluvia en la noche del Martes Santo.

La Cofradía del Huerto logró esquivar el Miércoles Santo la lluvia y protagonizó la primera entrada a la plaza con Jesús del Huerto, Padre Jesús Preso y María Santísima del Amparo de rodillas.

El Jueves Santo se vistió al fin de color morado y verde con el paso de la Cofradía del Nazareno que procesionó a la Santa Cruz de Jerusalén, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cristo de la Expiración, María Santísima del Amor y de la Sangre. El cortejo salió desde la sede dirección calle Carrera, rodeando el Paseo de la Victoria y bajando calle Nueva hasta realizar uno de los momentos más esperados por los devotos como fue su entrada a la plaza Ochavada.

El Viernes Santo volvió a ser un día grande en Archidona y el tiempo acompañó al cortejo procesional de tres de sus cofradías. El Dulce Nombre volvió a teñir de rojo el ambiente con sus claveles y la Legión desfiló dejando una de las estampas más tradicionales y bonitas de toda la Semana de Pasión archidonesa. El Dulce Nombre Chiquito, conocido como ‘el niño de la bola’, el Dulce Nombre, el Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Paz lucieron en todo su esplendor a plena luz del día.

Por la tarde, la Humildad inició su estación de penitencia desde la parroquia de Santa Ana con los pasos del Padre Jesús de la Humildad y María Santísima de los Dolores.

Iglesia desde donde también salió la Archicofradía de la Soledad, con el Santo Entierro y la Virgen de la Soledad que volvieron a emocionar en la plaza Ochavada bajo la luz de las velas y de las estrellas.