Ardales participa en un proyecto europeo para combatir la sequía y prevenir las inundaciones

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Cuenta con 28 socios de España, Grecia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Italia, Chipre, Finlandia y Malta

Diputación de Málaga participa en ‘NURISH. Fomento de capacidades transformadoras, innovación en soluciones basadas en la naturaleza y resiliencia armoniosa en zonas rurales’, un proyecto europeo destinado a paliar los efectos del cambio climático en municipios pequeños y zonas rurales. La Diputación es uno de los 28 socios del proyecto, que pertenecen a nueve países: España, Grecia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Italia, Chipre, Finlandia y Malta.

El proyecto, que se encuentra en fase administrativa y al que se están asociando las diferentes partes del consorcio, requerirá una reunión inicial de coordinación a la que seguirán encuentros anuales de seguimiento. Entre los 28 socios del proyecto se encuentran la Universidad Técnica de Atenas, el Instituto Imperial de Londres, el Instituto de Comunicación y Sistemas de Computación de Grecia, la Universidad de Bolonia, la Agencia de Energía y Agua de Malta, además de diferentes ayuntamientos de Grecia, Finlandia y Chipre que se suman a la Diputación de Málaga como única administración española. Dentro de los socios de este proyecto también se encuentran las españolas Bioazul, Fundación Circe y Tecnalia.

Así lo ha dado a conocer el vicepresidente de Territorio Sostenible, Cristóbal Ortega, que ha explicado que el proyecto está incluido en la convocatoria Horizon de la Comisión Europea para la ‘Demostración de soluciones específicamente adaptadas a zonas rurales y comunidades locales de pequeña y mediana población’.

Ortega ha explicado que «los Centros de Resiliencia son entidades que diseñarán soluciones para la resiliencia climática, involucrando a los ciudadanos en la prueba y evaluación de las iniciativas de adaptación, y apoyando la demostración e implementación de las mismas. Se encuentran ubicados en Grecia, Chipre, Finlandia y el Reino Unido debiendo encontrar soluciones basadas en la naturaleza para abordar efectos del cambio climático como las inundaciones, la escasez de agua y la degradación de la tierra, además de herramientas digitales para apoyar el monitoreo y la toma de decisiones en tiempo real».

Como socia del proyecto, la Diputación se encargará de la organización de reuniones para la transferencia del conocimiento y replicación de esas experiencias en Álora, Ardales y Pizarra. Tal y como ha explicado Ortega, «la adaptación se ajustará a las necesidades medioambientales, sociales, así como, condiciones económicas de estos municipios en el Valle del Guadalhorce».

Ortega ha explicado que hasta el segundo semestre de 2028 no está planificada la actuación de la Diputación de Málaga sobre el territorio, pero desde 2025 participará en reuniones, puestas en común y coordinación con el resto de los 28 socios.

Además, la Diputación aportará en estos encuentros su experiencia en el desarrollo del Plan de Adaptación al Cambio Climático de la Provincia, que contempla las acciones de la institución en los próximos años y sirve de base para que los ayuntamientos malagueños diseñen sus Planes Municipales contra el Cambio Climático.

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