Nuestra ciudad, según los datos fidedignos aparecidos de la época hablan ya de nuestra ciudad en los años 2000-2500 a.C., incluso hay quien afirma que la ciudad data del 4000 a.C. Aquí podemos encontrar ya, la primera y genial muestra de la grandeza de nuestra historia, como son, el mayor conjunto megalítico de Europa, “Los Dólmenes”.

Avanzamos un poco en el relato histórico y nos encontramos la ciudad de “Antikaria” fruto de la dominación del Imperio Romano. Las termas romanas después adaptadas por los dominadores musulmanes, la ciudad de Singilia, y como no, esa obra encontrada a mediados del siglo pasado en un campo de cultivo y que data del primer siglo de nuestra era, “El Efebo”.

También, Medina Antakira fue ciudad clave de “Al-Andalus”. Los musulmanes estuvieron unos ocho siglos en nuestra tierra, y dejaron sellos palpables que llegan hasta nuestros días como bien refleja Juan Manuel Moreno García en su acertada y magnífica obra de el “Callejero Histórico de Antequera”. La Alcazaba reforzada y nuevo cuadro de murallas, callejuelas estrechas, hermosos jardines, la mezquita después convertida en la Parroquia de San Salvador, hoy desaparecida, son algunos de los ejemplos que podemos destacar.

Y en este avance en el tiempo pasado, llegamos a esa fecha todavía recordada, año 1410 y más específicamente el 16 de Septiembre de 1410, el Infante don Fernando conquista Antequera, comenzando así la etapa cristiana de nuestra ciudad que llega hasta nuestros días. Todavía y de forma ininterrumpida se sigue produciendo en la fecha anteriormente mencionada la función votiva a la Patrona Ganadora de la Ciudad, Santa Eufemia, como así acordaron el Cabildo Civil y Eclesiástico de la ciudad.

Desde ese momento hasta nuestros días, han transcurrido seis gloriosos siglos para nuestra ciudad, con algún bache siempre superado por la unidad de su pueblo.

Somos la ciudad con más Iglesias por habitante de Europa. De la transición del arte gótico tardío al renacimiento encontramos la Colegiata de Santa María, o destacar también del renacimiento los templos de Santa María de Jesús o San Pedro, y la Ermita de la Vera Cruz que se construyo donde se instauró el campamento base del Infante don Fernando para la conquista de la ciudad. La Colegial de San Sebastián con ese Angelote que se ve desde todos los rincones de la ciudad, que nació fruto del avance de la ciudad, la necesidad de evangelizar esas nuevas zonas que estaban naciendo de la ciudad y el abandono de las zonas cercanas a la Alcazaba. Tampoco me olvidaré, de ese ejemplo claro de comunión de culturas (mújedar, renacentista, bárroco…) como es el antiguo Convento de Santo Domingo, hoy Basílica del Dulcísimo Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Paz donde se encuentra una obra increíble como es el Cuadro de la Peste. Y como no, resaltar los retablos barrocos de la actual Iglesia del Carmen, o la Iglesia de la Patrona y Alcaldesa Perpetua de la Ciudad, la Virgen de los Remedios.

Y hemos hablado de iglesias, pero es que también destacamos por la amplia gama de órdenes religiosas que instauraron sus sedes en nuestra ciudad. Destacar el Convento de la Magdalena, Madre de Dios, Belén, Encarnación, San Agustín, Las Catalinas, Santa Eufemia, Las Descalzas o el Monasterio de San Zoilo. Muchos de ellos clave, como fueron sobre todo los dos últimos, en la expansión de la ciudad en el pasar de los años.

Y antes de abandonar la temática de la arquitectura existente en nuestra ciudad con el paso de los siglos, también mencionar las obras que hoy conservamos como son la Puerta de Málaga, Postigo de la Estrella, Puerta del Agua…, y como olvidarme de la obra del humanismo de la época, el Arco de los Gigantes. Y también las casas palaciegas, como el Palacio de los Marqueses de las Escalonias en calle Pasillas, el actual Colegio de los Carmelitas en la Plaza de las Descalzas o el Palacio del Marqués de Villadarías en calle Lucena.

Antequera también es una ciudad que destaca por las imágenes que podemos observar todas las Semanas Santas, en esos tronos que son altares sacados a las calles ajustados a la amplitud de la puerta del templo, con altas peanas y altos palios. Destacar de nuestra Semana Santa que es única, no hay ninguna igual y que hoy muchos intentan copiar. Ya he hablado de los tronos, pero quiero destacar la base de esos tronos como son la orfebrería, ya que fuimos ciudad cuna de unos doscientos plateros que constituyeron el Colegio de orfebres de la ciudad, hoy desaparecido. Si nos tenemos que quedar con algún trono característico de lo anteriormente narrado bien puede ser el que porta a la Virgen del Rosario, Corpus Christie, la Virgen de los Dolores y la Soledad y la peculiar distribución del trono de la Virgen de la Paz. Por la extensión del artículo no puedo relatarlas todas las peculiaridades de nuestro “Estilo Antequerano”, túnicas de campanilleros de lujo, túnicas de hermano mayor, la utilización de la horquilla, el desfile de armadilla, etc…, pero sobre todos sus imágenes, yo quiero destacar las imágenes como el Cristo de las Penas, Cristo Verde (imagen de cristo crucificado más antigua de la ciudad), Cristo de la Buena Muerte, el Cristo del Mayor Dolor, el Nazareno de la Sangre, el Cristo de la Salud y las Aguas, el Niño Perdido en el Templo, el Santo Entierro, que como el Señor Resucitado hay varias imágenes repartidas por los templos de la ciudad o esa impresionante y devocional imagen de Dios hecho hombre como es el Dulce Nombre de Jesús, y también destacar las imágenes marianas de la Virgen de la Vera Cruz que este año cumple su 400 aniversario de realización de la talla, Virgen de la Soledad, la Quinta Angustia o la Virgen del Socorro que nada tiene que envidiar a la Esperanza Macarena de Sevilla, o la dolorosas de Miguel Márquez como son la Virgen de los Dolores y sobre todo la Reina entre las Reinas, Reina de Santo Domingo, Virgen de la Paz.

Pero no solo hemos sido ciudad clave en el arte, destacamos también por un paraje natural único en Europa, como es el paisaje kárstico del Torcal.

Destacar quiero, que fuimos centro del comercio de la época, fuimos la séptima ciudad andaluza con imprenta (S.XVI), así como importantes industrias manufactureras del textil, la lana, la seda y el lino.

Hemos sido clave en la cultura como así lo demuestran Muñoz Rojas, Pedro Espinosa o José María Fernández y la hoy recuperada Real Academia de las Nobles Artes de Antequera donde mucho tuvo que ver el recientemente fallecido, Antonio Parejo Barranco. Y también ciudad centro de la política nacional con políticos como Romero Robledo, o lugar donde se produjo la redacción de la Constitución Federal de Andalucía en 1.883 o donde se produjo en 1.978 la redacción del Pacto de Antequera por la autonomía andaluza.

Y una última característica que quiero mencionar de nuestra amada tierra, su gastronomía por la que también destacamos. Gracias a la Familia Paradas por la conservación de los métodos de realización del tradicional “Mollete Antequerano”, también destacar la porra antequerana o el pío antequerano, el aceite de oliva con denominación de origen, los mantecados donde Conventos de Clausura y la empresa familiar de “La Antequerana” tienen mucho que ver y dos postres que saben a gloria bendita como son el angelorum y el bienmesabe.

Antequera ciudad sede del 80% del patrimonio artístico, cultural, arquitectónico, orfebre y pictóricos de la provincia de Málaga, ciudad con elementos únicos en Europa y que gracias a sus gentes es una ciudad abierta y con más belleza que ver y conocer, que para mí, ya es ciudad Patrimonio de la Humanidad, a la cual invito conocer en profundidad a turistas y sus propios habitadores.

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