Así eran las relaciones y vivencias comerciales en los años 50 y 60 con Antequera. La distancia podía estar entre dos horas o dos horas y media, dependía de la bestia, no anda igual un burro que un caballo.
En el ecuador del camino, Las Escaruehuelas, hito destacado: la Piedra La Comedianta. Allí una parturienta dio a luz a su hijo, conocido popularmente como el Cariguelo. Para muchos, al llegar a Antequera lo primero era la parada del Portichuelo. Dar gracias o pedir a la virgen del Socorro.
Luego, en la cuesta Zapateros, había varias posadas: la de los Caballeros, Camuñas o Miguel Pérez. En este punto, lo primero poner pienso a la caballería. Allí se comercializaban los cabritos ya matados, los huevos del campo, miel y quesos. Muchos compradores venían de pueblos cordobeses y luego a hacer las compras en los comercios más populares: Farmacia Cortés, Ferretería Linde, Zapatería Los Ríos en cuesta Zapateros, bazar Mejías, almacén de pieles de la Calzada, Gómez Serrano, Almacenes Carmona, Relojería Abel Montesino en la cruz Blanca, fonda El Gallo, bar Madrona y los doctores Juan Luis Morales, Juan Martínez Acuña e Isidro Montoro. En las posada vendían cal a granel o melones.
En feria había mercado de ganados, corridas de toros, circo y se vendían en botijos ‘pechás’ de agua a peseta. Éstos eran los viajes y temas más corrientes sin olvidarnos de visitas a abogados, notarios etcétera.
Os he contado un poquito del antequerano del sur del torcal pero también deseo contaros del antequerano del norte. En su mayoría, algún día se pasaba la noche en las Cuevas del Molinillo para luego llevar a hombros pañetas de espárragos y tagardinas, para vender en el mercado antequerano. También era muy conocida una señora que pedía para la virgen del Socorro, el famoso matrimonio gitano León y Josefa que vendía telas por varas. Igualmente es reseñable el famoso gallego que vendía navajas y molaba cuchillos. La semana que viene seguiremos con el camino del pasado a la actualidad en el Sur del Torcal.