La Policía Nacional ha detenido a tres varones por su presunta implicación en la trama, así como han identificado a una persona que se encargaba de recepcionar el material sustraído
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal especializado en las sustracciones de bobinas de cable de cobre a los que se les atribuye una docena de robos con fuerza en fincas en la Vega de Antequera, procediendo a la detención de tres varones por su presunta implicación en la trama, así como a la identificación de una persona que se encargaría de recepcionar el material sustraído.
Las bobinas de cobre, así como los daños provocados en las parcelas, ascienden a más de 150.000 euros. En la investigación, agentes adscritos a la Comisaría de Antequera han contado con la colaboración de la Policía Local de Íllora (Granada).
Investigación
La investigación denominada operación ‘Nostramanus’, llevada a cabo por el Grupo de Judicial de la Comisaría de Antequera, se inició el pasado verano, tras detectarse un incremento en las denuncias interpuestas por robos con fuerza y daños en la Vega de Antequera. Los hechos denunciados ponían de manifiesto un modus operandi muy similar, donde los asaltantes derribaban los diferentes transformadores instalados en la torretas o postes de electricidad distribuidos en la zona, o procedían a forzar las construcciones que albergaban los citados convertidores de corriente-casetas de pozos.
Tras las incursiones en las fincas, los miembros de la trama procedían a desguazar los transformadores y sustraer de su interior las bobinas de cobre, un material que posteriormente era vendido en el mercado negro en diferentes chatarrerías o centros de reciclaje con sede en la provincia de Málaga y en otras limítrofes como Córdoba y Granada, a un precio muy inferior al de mercado, para así lucrarse y dar salida rápida a este material de ilícita procedencia.
Además de sustraer el citado cobre, los sospechosos se llevaban cualquier cosa de valor que encontraban a su paso: herramientas, combustible, entre otros efectos.
La consumación de estos hechos conllevaba importantes y graves daños en las fincas, afectando incluso a los cultivos, al no poder regarse con las bombas de extracción de agua de los pozos, al haber sido destruidos los transformadores. Esto suponía cuantiosas pérdidas económicas para los perjudicados, que se unían al elevado coste que entrañaba la sustitución y nueva instalación de este tipo de convertidores de corriente, los cuales, según los propios denunciantes, rondaba de media los 12.500 euros cada uno.
La cumbre de la investigación
Todos los hechos tuvieron lugar en apenas 15 días, lo que provocó una gran alarma social entre los agricultores afectados. Tras arduas labores de investigación se consiguió localizar uno de los vehículos empleados en la comisión de estos delitos en la localidad de Íllora (Granada), identificando posteriormente a sus ocupantes.
Una vez que se obtuvieron todas las pruebas que acreditaban la implicación de los investigados en los robos, se procedió a su detención, interviniendo el vehículo empleado para la comisión de los delitos y logrando recuperar un generador eléctrico sustraído en una de las fincas asaltadas, para así esclarecer un total de doce robos con fuerza, todos ellos cometidos en la comarca de Antequera.
Así mismo, se pudo identificar al autor de las receptaciones de todo el material sustraído. Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Antequera.