La cabecera de Guadalteba volvió a recibir a miles de visitantes que pudieron comprar y consumir este y otros productos derivados del cerdo 

Pocas veces cuesta pasar por el Parque José María Hinojosa, aparcar cerca del centro o coger mesa en uno de los bares o restaurantes de Campillos. Pero si hablamos de su Feria del Jamón, la cabecera de Guadalteba se convierte en un hervidero de personas atraídas por la mayor oferta gastronómica del sector porcino y ganadero de la región.

Un año más, fueron miles de visitantes de todas partes los que acudieron el domingo a este municipio de algo más de 8.000 habitantes para disfrutar de la decimosexta edición de esta Fiesta de Singularidad Turística Provincial, que con el paso de los años se ha enfocado tanto en la venta, como en el consumo.

«El primer año, la feria estaba más destinada al comercio, pero luego se nos ocurrió empezar a cortar platos para degustar en el momento y de ahí pasamos a preparar directamente para comer», explica Juan, dueño de Carnicería Cuarto y Mitad, los primeros, sino los únicos, que han estado presentes en la Feria del Jamón de Campillos desde su inicio.

Actualmente, son los últimos fabricantes artesanales de productos elaborados del cerdo que quedan en el municipio, donde llevan abiertos desde 1998. «Para nosotros es muy importante esta feria, no solo porque damos a conocer nuestros productos, sino porque también fidelizamos clientes. Hemos establecido contacto con muchos de ellos a través de este evento», afirmó.

Y es que son muchas las personas que esperan este día para comprar en los comercios tradicionales. «No hay ni un restaurante que tenga mesa libre, incluso la gente se tiene que ir a otros pueblos de alrededor para comer. Y eso que el tema de la comida está muy bien organizado en la feria. Hay mesas, música y muy buen ambiente», detalló.

La Tienda Pineda también formó parte de ese medio centenar de empresas implicadas en este día, corto pero intenso. «Esta feria es súper buena. Viene mucha gente, lo que le da al pueblo una vitalidad enorme, sobre todo a los negocios. Se llenan bares, restaurantes y cafeterías. En mi caso, he montado un puesto y una barra. Aunque hay que trabajar muchísimo, merece la pena, por eso repetimos todos los años», señaló Dolores Gallardo, tercera generación al frente del negocio que abrió sus puertas hace más de 70 años centrado en alimentación tradicional y ahora también en la venta de productos ecológicos, los cuales ofreció en la feria junto a su sección de carne.

A lo largo de toda la jornada, el Ayuntamiento de Campillos ofreció aparte un programa de actividades culturales y de ocio para todas las edades con el fin de completar la oferta e impulsar el potencial económico y turístico de esta celebración, donde el jamón volvió a ser, una vez más, el plato estrella de la mesa, junto con productos derivados del cerdo, como morcillas, salchichones y chorizos elaborados artesanalmente con dedicación, técnica y pasión para traer productos de calidad excepcional, afianzando el sector ganadero en el municipio.