En nuestra entrevista de hoy nos penemos en el día a día de un coro rociero. Asociaciones culturales se crean sólo con la finalidad de dar salida a la vocación musical de sus integrantes a la vez que como una actividad de ocio o de voluntariado, participando en múltiples de galas benéficas. Es el caso de las asociación cultural La Zaranda de San Isidro, cuyo presidente, Santiago García, su vicepresidente, Fran Gómez, ambos aficionados a la copla y a la canción española en el pasado se vuelca ahora junto a la tesorera, María Teresa Ruiz, y una quincena de integrantes más en preparar sus apariciones en certámenes, en la fiesta por excelencia rociera, la de mayo en Huelva, e incluso en eventos sociales privados en los que no descartan acudir previo contrato compromiso de familiar o amigo.
El coro se llama Como Agua de Mayo, ensayan varias horas cada semana, algo digno de mención teniendo en cuenta la cantidad de componentes que participan, y tienen como citas clave en su temporada la feria de agosto y mayo, desfiles de flamenca o la Verbena del Vecino de Antequera.
Llama la atención la variedad del repertorio que pasa por no sólo interpretar sevillanas o rumbas si no que últimamente incluye baladas o canciones pop versionadas. Y puestos a innovar sin duda el atuendo o los trajes forman parte de otra clave para diferenciar al coro rociero. Y eso sin contar los instrumentos clásicos del folclore andaluz y navideño que se recuperan para sus actuaciones entre los que se encuentran triángulos, bastón, pandero, pandereta, cascabeles, callao y claves, guitarra y la caja.
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