La escasa demanda y la caída de precios hunden la temporada de la patata

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Con más de 10 millones de kilos de producción la campaña de la patata de este año es considerada como una de las peores de su historia debido a los ínfimos precios y a la escasa demanda. Un poco más de un millón de kilogramos están guardados en cámaras frigoríficas o retenidos aún en el campo, porque los cultivadores no saben cómo darle salida. Unos 100 agricultores de patatas en la comarca de Antequera, propietarios de unas 250 hectáreas, contabilizan más de medio millón de euros en pérdidas.

«Los precios han estado tirados, la mayor parte de la producción no cubre gastos porque la patata, ni barata ni cara, no se la llevaban», explica Carlos Carreira, el responsable de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Antequera.

Carreira señala que «no ha habido respuesta de los compradores» y repasa la campaña, que comenzó con unos 16 céntimos el kilogramo, para más tarde bajar a 12 céntimos y llegar a los 8 céntimos actuales. Unos precios irrisorios en comparación con los 50 céntimos del pasado año.

La patata, una alternativa de cultivo de los agricultores que han desechado otros muchos productos por su escasa salida, ha registrado este año «una cosecha desastrosa».

Carreira indica que la cosecha de la patata constituye una parte importante de «fuente de vida de las familias a las que le pega un bocadito muy importante en su economía, hay que tener en cuenta que el almacenaje de las patatas lleva un gasto extraordinario».

Asimismo, el responsable de Asaja en Antequera insiste que la situación puede incluso empeorar si no se van vendiendo los tubérculos que aún se encuentran en el campo y en las neveras.

«Precios malos vienen algunos años, y lo capoteamos como podemos, pero que se una el precio malo y la paralización del mercado, nunca», dice Carreira.

Por otro lado, el gerente de El Horticultores El Torcal, Juan Antonio Romero mostró su esperanza de que el millón de kilogramos que aún quedan en las cámaras se venda en las próximas semanas. Romero incidió que las causas de la bajada de precios comienzan «cuando Rusia le hizo el boicot a Europa impidiendo el paso de la patata, el mercado europeo esta bloqueado también porque la patata francesa no tuvo salida».

 Otro de los motivos de la escasa demanda y los bajos precios ha sido el excelente clima que ha mejorado la producción. A todo ello se suma que en la primera semana de julio 14 provincias españolas estaban sacando la patata lo que «ha saturado el mercado».

Por su parte, José Luis Olmedo, agricultor de la comarca de Antequera y presidente de Horticultores El Torcal, que lleva dedicándose a la agricultura desde niño y actualmente tiene 47 años incide en que «en tema de precios la campaña ha sido la peor. Yo no he visto esto en mi vida».

«Nos va a costar el dinero, porque para cubrir gastos habría que venderlas a 15 céntimos el kilo. He sacado 45.000 kilos por hectárea y tengo 11 hectáreas, en una de ellas todavía por coger» afirma Olmedo. De este modo, este agricultor antequerano estima que las pérdidas de su cosecha pueden rondar los 25.000 euros, poniendo sus miras en la campaña de la cebolla.

«Ahora las patatas tiene mucha producción y calidad, pero se acumulan en la tierra y no tienen salida» concluye el presidente de Horticultores El Torcal.


Con la mirada puesta en la campaña de la cebolla
Tras la mala cosecha de la patatas los agricultores de la comarca de Antequera tienen sus esperanzas puestas en la cebolla temprana y tardía que se estima tendrá precios más óptimos que la patata, con lo que prevén recuperar lo perdido con el tubérculo. A pesar de ello insisten que no pueden predecir nada porque «los precios varían cada 24 horas». Así lo destaca Miguel Morales quien recalca: «Una temporada como la de este año no la he visto en mi vida, porque siempre ha habido años malos de precios, pero este año no vamos a poder vender las patatas. Calculo unas pérdidas de 20.000 euros, y espero recuperar esa inversión en la campaña de la cebolla» augura Morales, que se queja de que su maquinaria «esta apañada para la patata y tengo que seguir cultivándola, pero no sabemos qué ocurrirá el próximo año».

Mejor suerte ha tenido Francisco Jesús Paradas Campos que es uno de los pocos agricultores que ha podido dar salida a su producción, por su pequeña producción de 4 hectáreas. Aún así, afirma que ha perdido unos 4.000 euros en la campaña de la patata, y confía en obtener más beneficios con la cebolla.

No es el caso de José Antonio Sánchez Cobos quien afirma que con la temporada de patata no paga ni la semilla pero tampoco se atreve a dejarla en el campo porque eso sería «exponerla al ataque de la palomilla que es un bicho que llega a la patata y se convierte en un gusano que vive de ella».

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