La Junta tranquiliza: «El informe de gestión del medio natural aún no está concluido, pero por los estudios previos hechos no parece que vaya a prosperar ninguna de las propuestas»

Casi medio millar de vecinos de la zona Sur del Torcal y el Campo de Cámara acudieron este domingo 30 de junio a la manifestación convocada por la plataforma vecinal ‘Eólicas junto a El Torcal, no’ para mostrar su rechazo al macroproyecto de aerogeneradores que se plantea en su término municipal.

El parking del Paraje Natural del Torcal de Antequera fue el sitio elegido para llevar a cabo la primera de las concentraciones que el movimiento vecinal organizará de cara a las próximas semanas para incentivar la lucha contra los cuatro proyectos presentados por el Grupo IGNIS: Cordel, Fuenteungrillo y Cebadera,  así como la infraestructura de evacuación asociada.

El proyecto comprende un trazado de 35 km de líneas de evacuación con torres de alta tensión aérea y otra parte soterrada con 19 aerogeneradores de unos 200 metros de altura distribuidos entre Casabermeja y la Joya, suponiendo, tal y como indican los vecinos de la zona, “un retroceso ecológico y medioambiental sin precedentes”.

“A esto habría que sumar las estaciones meteorológicas de unos 100 metros de altura, zonas de acopio, carriles que fracturan e inutilizan el Campo de Cámara, lugar de cultivo desde época Romana, y otras estructuras que cambiarían irremediablemente el modo de vida de los vecinos y vecinas del entorno”, denuncian desde la plataforma.

“No estamos en contra de las renovables, estamos en contra de que se nos prive de libertad e invadan nuestros terrenos. Hay otras muchas formas de poder vivir a costa de una energía más ecológica sin necesidad de provocar un impacto medioambiental tan cerca de un Paraje Natural”. 

Durante la concentración, los vecinos alertaron, además, del grave impacto medioambiental generado por las cimentaciones, desmontes y excavaciones, lo que tendría consecuencias nefastas para las especies del lugar. “Las aves, los murciélagos y otras especies voladoras sufrirán colisiones, desplazamientos y una pérdida irreversible de su hábitat”.

También destacaron las mellas económicas del macroproyecto, como la devolución de terrenos y viviendas y la reducción en pernoctas turísticas, así como la expropiación de terrenos privados. “No podemos olvidar los espacios forestales y agrarios que van a sufrir este impacto, una forma de vida que se verá totalmente alterada”.

La Junta tranquiliza

Por su parte, desde la Junta mantienen su posición, indicando nuevamente que su postura continuará, en todo momento, siendo “garantista con el medio ambiente”. “El informe de gestión del medio natural aún no está concluido, pero por los estudios previos hechos no parece que vaya a prosperar ninguna de las propuestas”, tranquilizan.