Durante el año 2023 se han registrado un total de 1.236 niños con este problema, cinco veces más que el pasado año
Crece el número de niños con obesidad infantil atendidos en el Área Sanitaria de Antequera. Durante el año 2023 se han registrado un total de 1.236 niños con este problema, cinco veces más que el pasado año (244 usuarios en 2022).
Los profesionales del Área Sanitaria Norte de Málaga implicados en el abordaje de la obesidad infantil mantienen desde el año 2016 una consulta especializada para aquellos niños que, junto al sobrepeso u obesidad presentan comorbilidades como resistencia insulínica, sospecha de síndrome metabólico, dislipemia, hipertensión arterial, apnea del sueño, etc.
Esta labor, que se lleva a cabo siguiendo las directrices del Plan Integral de Obesidad Infantil de la Consejería de Salud y Consumo, se realiza en coordinación con pediatras de atención primaria y hospitalaria, enfermeras referentes de salud infantil y técnicos de educación para la salud del Área Sanitaria, los cuales efectúan intervenciones individuales y grupales en las que se trabaja principal los aspectos modificables, es decir, el estilo de vida de las familias a través de un enfoque integral (valoración antropométrica, aspectos psicopatológicos, identificación de los factores de riesgo de la salud que son modificables y puesta en marcha de mejoras en los hábitos de vida adaptados a cada familia).
El sobrepeso y la obesidad infantil es actualmente un problema de primer orden de salud pública en los países desarrollados, donde los niños que viven en hogares con rentas bajas tienen hasta el doble de posibilidades de desarrollar sobrepeso y obesidad. El exceso de peso en la infancia afecta a 4 de cada 10 niños y 3 de cada 10 adolescentes lo que supone que el 55% de los menores con obesidad serán adolescentes con obesidad, y el 80% de los adolescentes con obesidad serán adultos con obesidad.
Las consecuencias del sobrepeso y la obesidad infantil son tanto físicas (enfermedades cardiovasculares, diabetes, mayor riesgo de cáncer, etc.) como mentales (baja autoestima, depresión o ansiedad) y sociales (estigma, discriminación o dificultades para relacionarse).
La obesidad tiene un origen multicausal y complejo en el que intervienen factores genéticos, biológicos, psicosociales, de estilo de vida, sociodemográficos y ambientales a lo largo de la vida de los niños, por lo que el abordaje exige igualmente que sea multifactorial.
En esta línea, además de valorar la alimentación y la realización de ejercicio físico adaptado a la edad, en las intervenciones se tiene en cuenta y se recuerda a las familias que no dormir las horas recomendadas duplica el riesgo de obesidad en menores en etapa escolar y un desequilibrio en el bienestar emocional también incrementa la probabilidad de presentar obesidad.