El término municipal de Cuevas Bajas está situado en el borde norte de la comarca de Antequera. Se encuentra en un pequeño valle, desde el que se contemplan los campos de olivares que, junto a la ganadería e industria del aceite, constituyen su base económica. En la Edad de Cobre existía en la comarca una necrópolis de cuevas artificiales.
Cuevas Bajas se sitúa al noreste de la provincia de Málaga, y dentro de los límites naturales de la Campiña de Córdoba. Con una superficie total de 17 Km, límita al norte con los municipios cordobeses de Benamejí y Encinas Reales, al este con Cuevas de San Marcos, al sur con Villanueva de Algaidas y Antequera, limitando con este último también al Oeste.
Se encuentra a 72 Kilómetros de Málaga, 28 Km de Antequera cabecera de comarca, y a 22 Km de Lucena y cuenta con unos 1.500 habitantes aproximadamente.
Cuevas Bajas tiene 3 núcleos de población: el propio municipio y las aldeas del Cedrón y la Moheda, de trazado judío, que fueron origen de nuestro pueblo.
Los principales recursos hídricos de la localidad los constituyen el río Genil y el Arroyo Burriana, comportándose como colectores de todos los cauces de agua del término municipal.
El monumento más representativo de este pueblo es la iglesia parroquial de San Juan, construida a principios del siglo XVII de mampostería y ladrillo visto. Su interior es de tres naves, bóveda sobre el crucero y camarín octogonal sobre el altar mayor.
En el exterior, su portada que abre la nave principal tiene un frontón abierto en su vértice, donde hay una hornacina enmarcada con arco de medio punto. La torre cuadrada se convierte en espadaña de tres cuerpos, el superior de un solo arco y rematada con frontón.
La calle Real y la plaza de la Reja albergan los edificios civiles más notables de esta localidad, como la Casa de los Cristales y la Casa de Felipe Quintana, a las que cabe añadir la fachada de la antigua venta de Juan González, lugar de encuentro de los más famosos bandoleros del siglo XIX.     
Entre los asiduos están los nombres del Chato de Benamejí, Antonio Vargas Heredia, Luis Artacho, Salvador González y los Caldera. En esa época el pueblo era conocido con el sobrenombre de Cuevas de los Ladrones.
Las aldeas La Moheda y el Cedrón, fundadas por judíos y musulmanes, conservan buena parte del encanto de la época medieval.

3 Comentarios