El claustro de San Zoilo ya luce restaurado y con un sistema de canalones y gárgolas para garantizar su perdurabilidad

Tal y como explicó Barón, el claustro “no tenía canalones, por lo que todas las esquinas del patio estaban muy deterioradas dado que el agua, al no salir de los tejados, rezumaba en la piedra arenisca de las paredes que, al ser muy porosas la absorbían, dando como resultado esa aspecto de degradación con mucho verdín que presentaba”.

De esta manera, como destacó el restaurador municipal, se presentó como solución a este problema la instalación del sistema de canalones y gárgolas que expulsen el agua a cierta distancia de la pared para evitar esa generación de verdín. Además de la colocación de los canalones, también se ha procedido a una mejora y limpieza de las paredes a través de una proyección de silicato de aluminio. También se han cambiado los morteros antiguos por unos de carga hidráulica, mucho más resistentes a la humedad, así como la mejora de las baldosas de barro del suelo que se encontraban en mal estado.

Por último, Ana Cebrián, como responsable de este edificio por su cargo de concejal de Cultura, ha agradecido el trabajo realizado por el área de Patrimonio Histórico ya que, “han tenido en cuenta que se trata de un lugar abierto al público y han trabajado rápidamente para no mermar en ninguna ocasión el horario de apertura”. Cebrián también ha manifestado su “alegría” por poder volver a utilizar el patio de San Zoilo, lugar donde se realizan muchas actividades culturales a lo largo del año.