El flamenco, bien inmaterial de la humanidad, y el vino, referente de la gastronomía de Mollina, fueron los protagonistas de la cuarta edición de un festival con mucho embrujo que congregó a decenas de personas el pasado sábado en la noche.
Decenas de personas asistieron a esta noche de flamenco y vino
Y es que el cartel hacía presagiar una noche de tradición flamenca en el centro cultural Villa Ascensión de Mollina.
El espectáculo se inició con El Zahoreño al cante y Patricio Moreno a la guitarra y posteriormente le siguieron con gran expectación el resto del cartel: Al cante Luisa Muñoz y Samuel Serrano; a la guitarra Paco León; a las palmas Edu Gómez y Tate Núñez; y como cierre el cuadro flamenco de Antonio de Verónica, que ya en su tercera comparencia en Mollina consiguió grandes aplausos.
El alcalde de Mollina, Eugenio Sevillano, encargado además de ir presentando a los artistas que se subían al tablao, indicó que “a pesar de ser un festival joven deseamos que vaya a más y se consolide, siendo una actividad previa a la feria de la vendimia”.
Antonio de Verónica y la bailaora Saray, deseosos de subir al tablao, informaron momentos antes que: «Mollina es una tierra que nos atrae y en la que esta noche vamos a realizar un repertorio de varios palos tradicionales del flamenco que es lo que desea el público que asiste a este espacio».