El personal de la cárcel de Archidona ‘Málaga II’ se concentró ayer al mediodía en solidaridad por la grave agresión sufrida por un compañero en Soto del Real.
CCOO ha denunciado, en reiteradas ocasiones, el incremento de las agresiones en el último año y demandan que con carácter de urgencia se establezcan medidas de prevención de riesgos laborales, que garanticen la seguridad y la salud del personal de los centros penitenciarios.
Las organizaciones sindicales que han llevado a cabo la concentración, entre las que se encuentra CCOO, han querido mostrar su solidaridad y apoyo a todos las personas trabajadoras de los centros penitenciarios que han sido agredidas.
CCOO denuncia que se sufre «más de una agresión física diaria en los centros penitenciarios. En 2017, según datos oficiales, 493 agresiones, cifra que supone un incremento del 76% entre los años 2008 y 2017. A estos datos habría que sumar el resto de agresiones que también existen y no son contabilizadas por la Administración Penitenciaria como son empujones, insultos, amenazas o vejaciones», indicaron fuentes sindicales.
La organización sindical ha afirmado que «el problema de las agresiones es que no se abordan las causas estructurales para lo que demandan se resuelva con urgencia la acuciante falta de personal (con cerca de 3500 vacantes sin ocupar), que se doto al personal de la formación específica y adecuada para afrontar estas situaciones violentas y se aborde el incrementos de internos con patologías psiquiátricas y su tratamiento».
Por otra parte, «la negativa del Ministerio del Interior, en calificar las agresiones como riesgos laborales en prisiones, ocultan su incompetencia en la gestión para llevar a cabo medidas preventivas. Con la negación de abordar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y proteger al personal con medidas específicas continúan aumentando las cifras de agresiones», indicaron las mismas fuentes.
El Protocolo específico de actuación frente a las agresiones dentro del ámbito de los Centros Penitenciarios (PEAFA) que se estableció en 2015, y que CCOO no firmó, «ha mostrado su ineficiencia, a la vista de los últimos datos de agresiones», informaron.
CCOO ha afirmado que «dicho protocolo no contempla medidas integrales y no trata las agresiones como riesgos profesionales, sino como incidentes puntuales que no son necesarios abordar en la prevención y salud laboral. Tampoco contempla la evaluación ni la formación para evitarlos. Además muchos de los sucesos no son considerados agresiones si no producen daños físicos y psicológicos evidentes, obviando las agresiones sin lesiones visuales, los insultos o vejaciones, entre otros».
CCOO afirma que «se requiere con urgencia el aumento del personal, la formación específica y adecuada para afrontar estas situaciones violentas y que se aborde el incrementos de internos con patologías psiquiátricas y su tratamiento».