El verano es la mejor época para la práctica de los deportes relacionados con el agua, y entre ellos el descenso de cañones y el rafting son los que están más en auge.
Se trata de una modalidad relativamente reciente en España, que comenzó a popularizarse a mediados de los años 80 y que cuenta con diversos lugares a lo largo de toda la geografía para poderse practicar. Por lo general se realizan en tramos de entre 10 y 35 kilómetros y cada balsa lleva un máximo de 10 remero. Los ríos y tramos en que se practica tienen una calificación de 1 a 7, según el grado de dificultad, aunque ésta puede variar según la época del año en que se practique.
No se requieren condiciones físicas especiales, pero es imprescindible la presencia de un monitor que actúa como timonel y es el encargado de dar las instrucciones al resto. No es un deporte peligroso pero hay que tomar precauciones.
El enclave privilegiado que se encuentra a la orilla del Río Genil en Cuevas Bajas comprende un tramo completo de ocho kilómetros en el que se puede disfrutar de las aguas del Río Genil, el segundo más largo de Andalucía que desemboca en el río Guadalquivir. Es ideal en verano cuando más caudal trae el río debido a las sueltas que realiza el pantano de Iznájar  para el regadío. La duración es de unas tres horas, de las que hora y media se está en el agua y lo pueden realizar niños mayores de 6 años que sepan nadar.
Todas estas características lo han llevado a posicionarse como uno de los mejores ríos de España para hacer rafting según los usuarios de la web de experiencias Aladinia.com. La demanda de este tipo de actividades en la zona se han disparado en los últimos años, convirtiéndose en un enclave único para disfrutar de este deporte.