Situado al oeste de Málaga, en el Valle del Genal, siendo una de las poblaciones que conforman la comarca de la Serranía de Ronda

Los orígenes del municipio se remontan a la época árabe cuando Faraján —del árabe فرحان farhān, lugar alegre o deleitoso, como el municipio granadino de Farfán—, era lugar de reposo y descanso. Tras la conquista cristiana, el pueblo quedó prácticamente abandonado siendo repoblado con familias cristianas. Tras la Guerra de la Independencia contra los franceses (1808-1814), Faraján recibió el título de Villa por su valor y fidelidad.

El pequeño núcleo urbano tiene una fisonomía propia de los pueblos de la serranía, casas bajas y blanqueadas de indudable encanto y están cubiertas por la tradicional teja árabe. El monumento más interesante es su Iglesia de la Virgen del Rosario. Otros lugares de interés son la iglesia de San Sebastián, el convento de los Carmelitas y la Ermita del Santo Niño. Posee restos arqueológicos en el Romeral, así como huellas de las antiguas alquerías de Balastar, Chicar, Majada del Juez y otras. En cuanto a la producción artesana de este pueblo, podrá encontrar trabajos elaborados con pleira de esparto y labores de vareta de olivo.

En la gastronomía de Faraján destaca la sopa de alcachofas, el gazpacho, las migas, el conejo al ajillo. En cuanto al panorama festivo, podrá disfrutar de la feria y fiestas mayores en honor del patrón San Sebastián; sabor entrañable tiene su Semana Santa, sobre todo la procesión de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli y la Virgen de los Dolores. Finalmente para su descanso, Faraján cuenta con casas reformadas integradas en la naturaleza para el deleite de los amantes de la vida al aire libre.

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