Una “naturaleza natural” es lo que Lauren Marin representa en su exposición: ‘El Torcal: Magia Nocturna’, que el sábado a las 19.00 horas se inauguró en el Centro de Visitantes del Torcal de Antequera.
Una muestra, que según Antonio Martín, mentor de Marin, en lo que a fotografía noctura se refiere, define como “única” pues nadie antes había expuesto sobre el Torcal nocturno. Casi 30 fotografías, componen esta exposición única. Todas ellas tomadas en las noches y madrugadas de los viernes, durante más de 18 meses.
Imágenes muy diferentes entre sí, pero con un claro elemento en común: el Torcal. Tomas muy dispares, pues dependiendo de la luz y de la luna, los colores del cielo y las estrellas se ven de una forma u otra. Por ejemplo, las noches de luna llena son perfectas para fotografiar la vía láctea, ya que al no haber casi luz las estrellas se ven perfectamente. Entre risas, Marin comenta que “justo esta noche [sábado] hay luna llena así, así que ya que estoy aquí, voy a aprovechar y me voy a quedar haciendo fotos”.
La técnica se aplica de manera muy variada dependiendo del tipo de imagen que se quiera hacer, pero Marin siempre trabaja con ISO muy alto y con una amplia apertura de diafragma para “poder captar la máxima luz de las estrellas en el menos tiempo posible”. Sin embargo, ese tiempo de exposición (período de tiempo en el que el obturador está abierto) cambiará en función de si Marin quiere sacar las estrellas quietas en el cielo o si por el contrario quiere verlas capturadas como un hilo de luz. Una de las formas (la larga exposición) de conseguir retratar las circumpolares, donde la exposición puede llegar casi a la hora de duración.
Al preguntar sobre la característica definitoria de su trabajo, Marin duda al principio. Tras pensarlo, no vacila, nocturnidad y naturalidad son los dos adjetivos que definen su trabajo en el Torcal. Es la interpretación, que él como fotógrafo, hace el que le da ese valor a estas tomas antequeranas.
Marin llegó, casi por casualidad, a esta aventura que es la fotografía nocturna, después de casi 15 años dedicandose a la imagen. Encontró en el Torcal la vía perfecta para unificar astronomía y fotografía. Así en la noche del 12/12/12, una fecha muy especial para él, Marin hizo su primera instantánea nocturna del Torcal, en especial de ‘El Tornillo’.
Desde ese día de diciembre, sus amigos Rafael Cañas y David Medina (El Lobo) lo acompañan en sus noches perdidos por este paraje. Lobo actúa como guía, después de más de 15 años recorriéndose el Torcal. Un espacio que según cuenta él cambia “al 100 por cien durante la noche, es un auténtico laberint que nadie consigue aprender nunca”.